Pedro Sánchez ha ofrecido este jueves al líder de la oposición, Pablo Casado, detener el reloj de la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), presentada por el PSOE y Unidas Podemos, para rebajar la mayoría de tres quintos a mayoría cualificada, para alcanzar un acuerdo con el PP y renovar esta institución.
Este anuncio se ha producido con toda la formalidad, públicamente en el hemiciclo del Congreso, tras tomar la palabra en el debate de la moción de censura de Vox y después de que Casado haya confirmado en la mañana de este jueves su voto en contra de la iniciativa de Santiago Abascal.
El presidente del Gobierno ha asegurado que ha quedado claro que Vox «no cuenta con apoyo, no tiene proyecto para ese país más que arremeter con quien no comulga con sus planteamientos», le ha dicho Sánchez a Abascal.
Pero ha aprovechado también su intervención en el debate de la moción para dirigirse al resto de grupos parlamentarios y en especial al PP. «No coincidimos en todo, pero es suficiente para cimentar la convivencia», ha manifestado, para hacer a continuación un llamamiento a Casado para renovar el CGPJ, el Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo.
Un anuncio tras las advertencias de Europa
Para favorecerlo, el presidente del Gobierno paraliza la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que iba a rebajar las mayorías de elección del CGPJ, aunque lo hace después de que desde todas las instancias europeas se haya cuestionado a España por esta iniciativa.
De hecho, fue justo después de la primera advertencia de la Comisión Europea cuando el jefe del Ejecutivo hizo el primer movimiento para intentar reabrir una negociación con el PP.
Otros organismos de la UE se han pronunciado en contra de la modificación propuesta por los partidos que sustentan al Ejecutivo -en la línea contraria a la despolitización del Poder Judicial que defiende Bruselas-.
Justo este jueves, el presidente del Grupo de Estados contra la Corrupción (GRECO), órgano dependiente del Consejo de Europa, Marin Marcela, remitió una carta al Ministerio de Justicia mostrando su preocupación por esta modificación legal para sustituir la mayoría cualificada por mayoría absoluta, que «se aparta» de los criterios de esta institución «relativas a la composición de los consejos judiciales y la elección de sus miembros y puede suponer una violación de las normas anticorrupción» de esta institución europea.
La moción «constructiva» de Sánchez
En este contexto de avisos a todos los niveles en Europa, el Gobierno aseguró que dejaría pasar la votación de la moción de censura para intentar pactar el CGPJ con el PP, que hasta ahora se ha negado, aunque en dos ocasiones llegó a acordarlo y se echó a atrás. La inviabilidad de la reforma, según los cánones europeos, ha obligado a Sánchez a echarse atrás.
El jefe del Ejecutivo ha calificado «de furia destructiva» la censura de Vox y ha dicho que así lo ha rebelado también «con acierto» Pablo Casado. Para hacerla «constructiva», ha defendido que se aborde la renovación del CGPJ, el TC y el Defensor del Pueblo. «Necesitamos entendimiento y diálogo».
Nada más conocer el movimiento de Sánchez, fuentes del PP han asegurado que el presidente se aviene a paralizar su propuesta de reformar el gobierno de los jueces «gracias a la presión planteada por Casado en la UE» y «forzado por GRECO y la Comisión». «Hemos ganado otra batalla».
Ahora, manifiestan que «faltan dos condiciones: Podemos y despolitización», en referencia a que los populares reclaman que el partido de Pablo Iglesias no forme parte de la negociación se avance en nuevas fórmulas de elección del CGPJ como que sean los jueces quienes propongan a sus propios candidatos.
