Consejos para ahorrar hasta 145 euros al año en la factura de la luz a pesar de estar encerrados en casa

Los hogares españoles podrían ahorrar una media de hasta 145 euros al año en su factura de la luz, lo que se traduce en 2.641 millones de euros al año si se tiene en cuenta el número total de hogares que hay en España. A pesar de esta posibilidad de impacto en los bolsillos, el 56% de los españoles nunca han cambiado de compañía eléctrica, aunque un 80% afirma que lo haría si esto supusiera el no gastar tanto. Estos datos se extraen del estudio «Hábitos de ahorro de los españoles» elaborado por Rastreator. El informe muestra que el desconocimiento y la poca costumbre de revisar las tarifas energéticas aumenta el importe de las mismas en el presupuesto de los hogares, más aun en este momento, cuando el consumo energético en los hogares españoles se ha incrementado un 28% durante todo el periodo de confinamiento por la crisis del coronavirus.

«A la mayoría de los españoles les preocupa el ahorro, más aún ante la incertidumbre del momento actual. De hecho, siete de cada 10 afirma estar preocupado por la escasa cantidad que pueden dedicar a ello, según el estudio de Rastreator. Sin embargo, llama la atención que, pese a esta preocupación, no se analicen las ofertas del mercado con el objetivo de ahorrar ni se preste atención al tipo de contrato o potencia contratada. Esto hace que las familias ‘pierdan dinero’ cada año en una de las partidas de gasto más importantes de un hogar», explica Daniel Mata, responsable de energía de Rastreator.

La complejidad del sector energético y la dificultad para entender las tarifas y facturas son los principales motivos de la falta de interés por el ahorro en este concepto por parte de los usuarios. De hecho, un 80% de los españoles aseguran que cambiaría de compañía si esto supusiera un ahorro en sus facturas energéticas pero seis de cada 10 dice que nunca ha comparado tarifas de luz y gas entre diferentes compañías.

Además, el 77% de los españoles afirman que cambiaría si su compañía subiera los precios pero el 56% sostiene que no entiende la factura y más de la mitad (63%) no sabe qué tipo de contrato tiene ni la potencia que tiene contratada. Ante esta falta de conocimiento, la probabilidad de no tener contratada la tarifa que mejor se adapta a lo que necesitan ni los mejores precios aumenta considerablemente.

Por ello, Daniel Mata, explica que «es muy común que al consultarle a alguien si sabe qué tipo de potencia tiene contratada en su tarifa de la luz no sepa responder adecuadamente. Esto no ocurre, por ejemplo, con la tarifa de teléfono por lo que es muy importante transmitir que en cada hogar, ya sea en propiedad o de alquiler, se sepa qué tarifa se tiene contratada para asegurarse de que es la adecuada a sus necesidades tanto a nivel de servicios como de precio».

Revisar la potencia contratada

Entender la factura de la luz por parte de los usuarios es un aspecto clave para ahorrar en este concepto. El importe por la potencia contratada es uno de los dos términos principales que se encuentran en el recibo de la luz. Se trata de la potencia necesaria para que los electrodomésticos del hogar funcionen correctamente sin que salten los plomos. En concreto, representa el coste fijo por disponer del servicio de suministro eléctrico y se paga independientemente de si se consume más o menos energía, incluso si no se gasta nada en todo el mes. Por tanto, se abona un coste por cada kilovatio contratado y por cada día de suministro y viene indicado claramente en la factura en euros/kW/día o euros /kW/mes o euros/kW/año. Este coste está regulado por el Gobierno a través del Ministerio de Industria.

En la actualidad, es posible bajar la potencia en múltiplos de 0,1 kW. Es decir, cada 0,1kW supone un ahorro anual de cinco euros en la factura aproximadamente por lo que es importante saber la potencia que necesita cada hogar. Por ejemplo, en una vivienda de unos 100 metros cuadrados, la potencia contratada suele ser de 4,6 kW, pero dependerá del número de aparatos eléctricos que se usan al mismo tiempo.

El segundo importe principal es el consumo eléctrico o término de energía. Este representa el coste real a pagar por el consumo eléctrico realizado durante el período de facturación, medido en kilovatios por hora. Por lo tanto, este es el factor en el que más se puede ahorrar. Para conseguirlo, es importante adquirir hábitos que reduzcan el consumo de electricidad como usar bombillas de bajo consumo, desenchufar los aparatos en «stand-by», utilizar la electricidad de forma inteligente, comprar aparatos de bajo consumo o comparar las mejores tarifas de electricidad. Y, por otro lado, comparar los precios del kWh que las comercializadoras ofrecen para cada una de las tarifas eléctricas. Todo se reduce a contratar el precio en euros/kWh que más se ajuste al consumo de la vivienda.