15 años de la muerte de Juan Pablo II: Un pontificado consagrado a la Virgen

Hoy, 2 de abril de 2020, se cumplen 15 años de la muerte de san Juan Pablo II, tras algo más de 26 años en la Cátedra de San Pedro, el tercer pontificado más largo de la historia.

El fallecimiento del que fue el 264º papa de la Iglesia católica tuvo lugar a las 21:37 horas del sábado, 5 de abril de 2005, coincidiendo litúrgicamente con la fiesta de la Divina Misericordia, proclamada por él mismo cinco años antes.

Según la liturgia, una fiesta comienza tras el rezo de las vísperas del día anterior, de manera que el fallecimiento de Juan Pablo II tuvo lugar cuando la Iglesia en Roma ya celebraba el domingo.

Era, además, un primer sábado de mes, día solicitado por la Virgen en su mensaje dado en Fátima para consagrar el mundo al Corazón Inmaculado de María. Y Karol Wojtyla había consagrado todo su pontificado a María con el lema Totus tuus (Todo tuyo).

Alegría y esperanza

Tal y como informó el entonces director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro Vals, “las últimas horas del Santo Padre se caracterizaron por la constante oración de todos los que le asistían en el pío tránsito y por la participación en la oración de miles de fieles congregados desde hacía muchas horas en la plaza de San Pedro”.

Efectivamente, miles de peregrinos y visitantes llegaron al Vaticano desde todos los rincones del planeta para acompañar al Santo Padre en aquel momento. El cardenal Stanisław Dziwisz, secretario personal suyo, relató que durante los días anteriores a su fallecimiento Juan Pablo II escuchaba las oraciones de la multitud que se reunía en la plaza de San Pedro para velar por él.

La enfermera que lo atendió durante los últimos meses de su enfermedad y en los ingresos en el Políclinico Gemelli, Rita Megliorin, destacó que “en el último momento de su vida terrena rescató su cruz, haciéndose cargo no solo de la suya propia, sino también de todos los que sufren. Lo hizo con la alegría que nace de la esperanza de creer en un mañana mejor. Incluso creo que él tenía la esperanza de un hoy mejor”.

Canonización

En el mismo año de su muerte, su sucesor, Benedicto XVI, comunicó el inicio del proceso de beatificación de Juan Pablo II, que tuvo lugar el 1 de mayo de 2011.

El 27 de abril de 2014 fue canonizado, junto con Juan XIII, en una ceremonia oficiada por el Papa Francisco, elegido pontífice en marzo de 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI.

El papa polaco

Karol Wojtyla fue elegido sucesor de Pedro en octubre de 1978 mientras ocupaba el puesto de cardenal-arzobispo de Cracovia. Se trataba entonces del primer pontífice polaco y el primer papa no italiano en ser elegido después de 455 años.

“No sé si puedo expresarme bien en vuestra, en nuestra lengua italiana. Si me equivoco me corregiréis. Y así me presento ante todos vosotros, para confesar nuestra fe común, nuestra esperanza, nuestra confianza en la Madre de Cristo y en la Iglesia, y también para comenzar de nuevo por este camino de la historia y de la Iglesia, con la ayuda de Dios y con la ayuda de los hombres”, dijo en sus primeras palabras como obispo de Roma.

Viajes y jóvenes

Desde el comienzo de su papado, Juan Pablo II realizó 146 visitas en Italia, visitó 317 de las actuales 332 parroquias de Roma. Los viajes apostólicos al extranjero fueron 104.

Además, instituyó la Jornada Mundial de la Juventud y es conocido por muchos como “el papa de los jóvenes”, a quienes dirigió palabras como las célebres “No tengáis miedo”, al principio de su pontificado.

Datos

Entre sus documentos principales se incluyen: 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas, 45 Cartas apostólicas y 5 libros.

El papa santo presidió 147 ceremonias de beatificación -en las que proclamó 1338 beatos- y 51 canonizaciones, con un total de 482 santos. Celebró 9 consistorios, durante los cuales creó 231 cardenales.

“Ningún Papa -se lee en el libro del rito de su beatificación– se reunió con tantas personas como Juan Pablo II”. Las audiencias generales del miércoles fueron 1.160; en las que participaron 17 millones y 600 mil fieles. Solo en el Año Jubilar de 2000, vio a 8 millones de peregrinos. Fueron 38 las visitas oficiales de personalidades gubernamentales de todo el mundo, mientras que concedió 738 audiencias y encuentros privados con jefes de Estado y 246 con primeros ministros”.

Vida personal y atentado

La vida de Karol Wojtyla estuvo marcada por las tragedias de la historia: la ocupación nazi de Polonia que le obligó a frecuentar el seminario clandestino de Cracovia y el régimen comunista al que se opuso en nombre de la dignidad del hombre y de la libertad religiosa.

Además, experimentó varios dramas personales: la muerte de su madre en 1929, la de su único hermano en 1932 y la de su padre en 1941, que lo dejaron solo en el mundo a los 21 años.

El 13 de mayo de 1981 sufrió en la plaza San Pedro “un grave atentado” del que lo salvó “la mano materna de la Madre de Dios” y “después de una larga convalecencia perdonó a su agresor”. “Consciente de haber recibido una nueva vida -añade el citado libro- intensificó sus esfuerzos pastorales con heroica generosidad” y así lo demuestra su prolífica labor evangelizadora en la Iglesia.