El presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, ha anunciado este mediodía, en una comparecencia institucional (sin preguntas de los periodistas), que, una vez se hayan aprobado los presupuestos autonómicos de 2020, que hoy deberían comenzar su recorrido en el Parlamento de Cataluña, convocará elecciones, pero no ha fijado la fecha para la cita con las urnas.
El trámite parlamentario de las cuentas será, en principio, de varios meses y está previsto que en la reunión del gobierno autonómico de esta tarde, a partir de las 15.00 horas, se aprueben para que se envíen a la cámara catalana. En un principio, estaba previsto que este trámite se hubiera realizado esta mañana, a las 9.30 horas, y que Pere Aragonès (ERC), vicepresidente de la Generalitat y consejero de Economía y Hacienda, hubiera presentado las cuentas al mediodía. Pero Torra ha retrasado el trámite.
«Esta legislatura ya no tiene más recorrido político», ha explicado Torra, en en lo que ha sido una declaración centrada en atacar frontalmente a su socio de gobierno, cuyo partido lidera Oriol Junqueras desde la prisión, y, de hecho, el inicio de la batalla electoral. «Ningún gobierno puede funcionar sin unidad, sin una estrategia común y compartida, sin lealtad entre los socios», ha proseguido el presidente de la Generalitat.
En su comparecencia en la galería gótica del Palau de la Generalitat, Torra ha añadido que no altera la agenda relativa a su reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prevista para el día 6, todavía sin confirmar el lugar, pero que sí será en Cataluña. Una reunión que ahora será, como mínimo atípica, pues Torra representará a un ejecutivo en el que no tiene confianza.
Así, hoy, el presidente autonómico ha hecho público lo que quedó en evidencia el lunes y lo insostenible que supone un ejecutivo formado por JpC y ERC: «Los socios de gobierno encaramos el camino hacia la independencia de una forma que ha comportado el deterioro de la confianza mutua que se necesita en estos momentos decisivos». Una confianza que está totalmente rota entre los dos partidos.
El anuncio de Torra llega después de que la crisis entre JPC y ERC haya llegado a un punto de no retorno, una ruptura que se hizo patente el pasado lunes en el Parlament, cuando el presidene de la cámara, Roger Torrent (ERC), aceptó la orden de la Junta Electoral, ratificada por el Tribunal Supremo, y ordenó la retirada del acta de diputado a Quim Torra. El presidente se lo ha reprochado hoy, asegurando que «la presidencia del Parlament ha dejado a la intemperie la Presidencia de la Generalitat».
La tregua que en el campo independentista supuso el martes la comparecencia en una comisión parlamentaria de los exconsejeros encarcelados por su papel en el 1-O solo fue un espejismo. Cuando a última hora de la noche, la Presidencia autonómica comunicaba mediante una nota la comparecencia de hoy de Torra, el desconcierto en las filas de ERC fue absoluto, y de inmediato se especuló con la posibilidad bien de que convocase elecciones catalanas, bien de que expulsase a los consejeros republicanos de su ejecutivo.
Ya esta mañana, la portavoz de JpC en el Congreso, Laura Borràs, aseguraba que el presidente de la Generalitat haría un «anuncio» que no sería «intrascendente», después de que el lunes «algo se rompiera» con ERC.
