El hijo de Reyes ya es el rey

Emoción en los ojos claros, lágrimas y alegría, dedos hacia arriba, miradas al cielo azul en plena calina árabe. «Va por ti, papá», decía José Reyes. «Va por ti, mamá», manifestaba en dirección a su madre, Ana López, que se encontraba en la grada junto a su abuelo. «Va por mi tío Michael», y José se señalaba la zona del brazo donde Michael tiene tatuada la cara de José cuando era aún más niño. El hijo de José Antonio Reyes está destinado a ser una figura del fútbol si su suerte es diametralmente opuesta a la de su padre, fallecido hace medio año, el 1 de junio, en un trágico accidente de coche.

«¡Va por ti papá!»: José hizo gestos al cielo en los cuatro goles y formó corazones con sus manos dedicados a su madre, Ana

«El hijo de Reyes», como todos le conocen, doce años, fue coronado rey en el torneo de la Liga Promises disputado en Abu Dabi, la ciudad de oro de los Emiratos Árabes Unidos. José brilló como el oro en la competición. Fue la estrella de la gran final. Delantero del Real Madrid, venció al equipo emocional de su padre, el Sevilla, con cuatro goles suyos que remontaron la ventaja andaluza de 0-2 hasta revolucionar el marcador con un 5-3 definitivo. Tuvo que ser José quien derrotara al club hispalense, que antes de comenzar el encuentro le entregó una camiseta en homenaje a su padre.

«Me ayudó desde arriba»

José lloró y volvió a dirigir los dedos al cielo cuando el árbitro señaló el final del encuentro. Su padre había visto su gran actuación. «Me ha ayudado desde arriba», manifestó el chaval al lado de su abuelo y de su madre, Ana. José nació en 2007 y es fruto de esta primera relación del exjugador, quien en 2017 se casó con Noelia López y tuvo dos hijas, Noelia y Triana.

Abu Dabi vivió el gran día internacional de José en el fútbol. Fue galardonado como mejor jugador del torneo y como máximo artillero, con nueve dianas. En semifinales anotó dos frente al Villarreal (3-2). Ayer consiguió goles de todas las facetas. Remató el primero, el 1-2, tras botarse un saque de esquina. Anotó el segundo, el 2-2, al transformar un penalti cometido sobre él mismo. Rubricó el golazo del 3-2 en un lanzamiento colosal de una falta. Y aseguró el título al firmar el 4-2 en un disparo colocado.

El apoyo humano del Real Madrid

Decíamos que fue el gran día internacional del chaval porque sus actuaciones en el infantil B del Real Madrid en la división de honor han sido un espectáculo desde septiembre. Su partido de estreno con la camiseta blanca, frente al Unión Carrascal, 5-2, fue magnífico: marcó un gol, provocó otro y dio un tercero en una asistencia. Hace unos días volvió a anotar, frente al Móstoles.

José militaba en el infantil del Leganés la temporada pasada. Cuando su padre murió, Florentino Pérez acudió al Sánchez Pizjuán para honrar al exfutbolista, que también jugó en el Real Madrid, y manifestó: «Que nadie se preocupe, yo me encargo del chico».

José pasó a jugar en el Real Madrid infantil B. Tiene el apoyo del club blanco en su educación hasta que cumpla los 18 años. El fútbol puede ligarle a la entidad durante mucho más tiempo si su progresión continúa. Es pronto para saberlo, tiene doce años, pero su liderazgo en el campo, su calidad técnica, su disparo, su sentido de la anticipación y su carácter hacen presagiar que hay un jugador en ciernes.

Ayer, la vida del muchacho dio otro paso adelante. Vive en Madrid con su madre, Ana, y su evolución en el infantil madridista le hace sentirse bien. Sobre todo, observa que su madre sonríe porque él está a gusto, centrado.

Estas buenas sensaciones influyen en su espléndido rendimiento en el fútbol. Se lo ha tomado como su reto personal. Quiere ser como su padre. Tiene condiciones. Le encanta. Desea ser futbolista y hacer realidad los consejos que su papá le dio. En los Emiratos Árabes se dio a conocer al mundo.