Elecciones en Reino Unido bajo la frustración del Brexit

Queda menos de cuatro días para que se celebren las elecciones generales en Reino Unido, una de las citas electorales más importantes de su historia ya que no sólo se elegirán a los 650 miembros del Parlamento británico, sino que dependiendo del partido que gane, el Brexit tomará un rumbo u otro, marcando el futuro del país.

Dan Hermitage, un joven de 29 años que vive en Hove, un pueblo de la costa sur de Inglaterra, es empleado en el servicio postal británico. Hermitage trabaja como cartero desde hace tres años y espera que «con la propuesta de los laboristas de nacionalizar el servicio de correos, podrán volver a ser trabajadores del sector público y expandir su rol en la comunidad». El Partido Laborista ha propuesto nacionalizar empresas estratégicas como el agua, la electricidad, el servicio de correos y los ferrocarriles. «Sería la mayor adquisición de propiedad por parte del estado desde las nacionalizaciones que ocurrieron después del estallido de la II Guerra Mundial», explicó el analista Simon Jack en la BBC.

A Hermitage el Brexit le «preocupa enormemente» y defiende la ambigüedad del líder laborista, Jeremy Corbyn, que ha propuesto una nueva negociación con la Unión Europea y un nuevo referéndum después, con la opción de la permanencia. Sin embargo, no aclara si haría campaña por permanecer en la UE o a favor del nuevo acuerdo que consiguiera. «De todos los políticos, Corbyn ha tomado la postura más responsable. Esta cuestión causa mucha división. Por eso, para intentar acercar a gente de ambos bandos, tuvo que tomar esa posición», argumenta.

Hermitage cree que Corbyn tiene posibilidades de formar un gobierno en minoría aunque las últimas encuestas dan a Boris Johnson como vencedor, con una mayoría absoluta en el Parlamento. La encuesta realizada por YouGov para el diario «The Times» le daba 359 escaños (con 326 ya se tiene mayoría parlamentaria), mientras que a Corbyn le otorgaban 211 diputados, 22 menos que en los últimos comicios de junio de 2017. «Hay circunscripciones repartidas por todo el país en las que el voto está muy reñido y creo que con un gran trabajo y estando activos en la calle esta última semana, las políticas laboristas pueden conseguir más votantes», asegura Hermitage.

Uno de estos distritos que están en disputa es el de Saint Albans, a unos 34 kilómetros al norte del centro de Londres. Sin embargo, no es una rivalidad entre laboristas y conservadores sino entre conservadores y liberal demócratas. Saint Albans es una de las 25 circunscripciones que han identificado los activistas de «Final say referendum» (La última palabra en un referéndum, en inglés) que podrían ser arrebatadas a los conservadores si la gente vota tácticamente. En Reino Unido, el sistema electoral divide el país en 650 circunscripciones en las que en cada una se elige a un representante. La persona más votada, aunque sea por la diferencia de un solo voto, gana.

Sarah Gillhespy, de 45 años y nacida de Birmingham, lleva viviendo en esta zona con su marido y tres hijos desde hace seis años. Trabaja como consultora medioambiental y participó en las protestas de «Extinction Rebellion», un movimiento que lucha contra el cambio climático, que paralizó el centro de Londres durante varias semanas en octubre.

A Gillhespy el tema que más le preocupa es el cambio climático. «En el fondo de mi corazón, me gustaría votar al Partido Verde. Estoy muy de acuerdo con sus políticas, pero lo único que puedo esperar en mi área es echar a los ‘‘tories’’. Los candidatos verdes no tienen oportunidad así que la única opción es votar por la candidata de los liberal demócratas».

La conservadora Anne Main ha ganado esta circunscripción desde que se presentó en 2005. En las elecciones de 2017, ganó con el 43,1% de los votos, seguida de su rival, la liberal demócrata Daisy Cooper con el 32,4%. «Pero hay un gran descontento con ella», cuenta Gillhespy, «porque apoya fervientemente el divorcio sin acuerdo entre Londres y Bruselas, ignorando lo que los vecinos de su distrito quieren».

Y es que el 62% de los electores de Saint Albans votaron a favor de la permanencia. Una de las cosas que le gusta a Gillhespy del Partido Liberal Demócrata es la promesa de su nueva líder, Jo Swinson, sobre el Brexit. «¿Por qué no deberíamos usar las elecciones generales para permitir que los que están en contra del Brexit se pronuncien sobre esto? Recibieron muchas críticas por decir que lo cancelarían si llegaban al poder. La gente dice que esto no es democrático, pero creo que sí lo es porque estamos votando ahora y si quieres permanecer, vas a votar a los liberaldemócratas y si la mayoría de la gente vota por ellos, eso es democracia. Pero a la vez, soy muy consciente de que es poco probable que ganen», afirma Gillhespy.

Las encuestas a favor de los liberaldemócratas se han ido desinflando poco a poco. Al inicio de la campaña, algunos les veían como un fuerte contendiente, pero lo cierto es que han ido perdiendo fuerza. El sondeo de YouGov solo les otorga 13 diputados, uno más que en las elecciones de 2017.

Howard Turner, de 47 años y residente en Surrey, al sureste de Inglaterra, explica que su principal preocupación en estas elecciones es el Brexit y señala que la propuesta de los liberal demócratas fue vista por «muchos como antidemocrática. Hubo un voto democrático en el referéndum, cuyo resultado fue salir de la Unión Europea. Esto debe ser respetado y el Partido Conservador ha prometido que lo cumplirá».

Este votante ha vivido toda su vida en el distrito de Surrey Heath y votará al diputado conservador Michael Gove, ministro de Medio Ambiente hasta julio de 2019, que ha ganado en este distrito desde 2005. Turner espera que Boris Johnson gane las elecciones con mayoría absoluta para que el primer punto de la agenda sea oficializar la salida de Reino Unido de la UE con el acuerdo que se cerró en octubre.

Turner cuenta que la noche de las elecciones se reunirá con unos amigos para seguir en directo los resultados. «Me quedaré hasta tarde ese día. Suelo hacerlo en cada cita electoral», explica. Sin embargo, Gillhespy asevera que se enterará de quién es el nuevo primer ministro el viernes cuando se despierte.

«Siento que recientemente ninguna de las votaciones ha seguido el camino que yo quería. No tiene sentido quedarme despierta para ver un recuento que va a ser muy decepcionante». Por su parte, Hermitage dice que «probablemente se quedará despierto toda la noche viendo el recuento» y apunta a que no todo terminará en la noche electoral. «Independientemente de lo que pase el 12-D, la lucha solo habrá acabado de empezar, quien sea el ganador va a tener un gran desafío por delante».