Nadal no encuentra enemigo en Wawrinka y ya está en cuartos de final

La fórmula de Nadal frente a los tenistas de revés a una mano es de sobra conocida. Rentabiliza su condición de zurdo y percute una y otra vez sobre el lado más débil de su rival. Aunque parezca una ligereza calificar de débil el magnífico revés de Wawrinka, lo cierto es que sufre, como lo hacen Federer y tantos otros defensores de un golpe casi en desuso. Desde que consiguió el break en el tercer juego, el español mantuvo el control, sin necesidad de afinar con un servicio de inquietantes porcentajes en el primer parcial. Venció por 6-4 y 6-4, en una hora y 27 minutos, y buscará las semifinales frente a Jo-Wilfried Tsonga este viernes no antes de las 20.30 h. (Vamos). [Narración y estadísticas]

En su reaparición desde que ganó su cuarto Abierto de Estados Unidos, Nadal, también campeón este año en Roland Garros, Roma y Canadá, busca ganar por primera vez en Bercy. Lo consiga o no, desde que Djokovic cayó contra Tsitsipas (que volverá a ser su rival el viernes en el torneo que nos ocupa) en Shanghai, tiene asegurado regresar al número 1 del mundo el próximo lunes. Pero la guerra del español es otra, trasciende la coyuntura jerárquica. Mayor premio sería concluir por quinto año en lo más alto y llevarse la Copa Masters, el único de los grandes títulos que aún se le resiste.

De momento, ha superado sin percances ni alardes los dos primeros partidos en el último Masters 1000 del curso. Wawrinka no aprovechó sus dos oportunidades de rotura en el primer set. Tuvo iniciativa, en particular con el resto, y momentos buenos, abriendo ángulos con el revés cruzado, pero careció de acierto en las oportunidades que se le presentaron para encontrar alguna brecha en el marcador. Nadal, que pidió una pastilla para el dolor de estómago con 3-2 abajo en el segundo set, sofocó con oficio las dificultades, ayudado por las imprecisiones de su adversario. Y el suizo se desplomó y cedió su saque en el noveno juego, pena capital para él.

Con 34 años y tras una operación de rodilla que hizo temer por su continuidad en el circuito, Wawrinka ha protagonizado un encomiable retorno, que le ha permitido saltar hasta el decimosexto lugar del ránking. Finalista en Amberes y Rotterdam, no jugó la pasada semana ante Federer en cuartos de Basilea, afectado por problemas en la espalda después de un duro partido contra Frances Tiafore. Wawrinka puede presumir de contar con tres títulos del Grand Slam y de ser uno de los mejores competidores de los últimos lustros.

Su balance con Nadal, no obstante, resulta descorazonador, más allá de la final del Abierto de Australia de 2014, en la que el español se retiró por lesión cuando estaba en desventaja en el marcador. Su compromiso más reciente, hace unos meses, en cuartos del Mutua Madrid Open, se había saldado con una de las victorias más concluyentes de Nadal en sus enfrentamientos: 6-2 y 6-1. Sólo tres triunfos alumbran a Stan en los 25 cruces que precedieron a esta cita en la capital francesa, resuelta también como y cuando el zurdo quiso.