Arte sin copyright en el Prado

No solo de megaexposiciones viven los museos. Hay proyectos más pequeños, de gabinete, centrados en las propias colecciones de las pinacotecas, que en ocasiones resultan tanto o más interesantes que aquéllas, por curiosas, atractivas, desconocidas o sorprendentes. Es el caso que nos ocupa, que forma parte de la celebración del bicentenario del Prado: una exquisita muestra centrada en las cartillas de dibujo de los siglos XVII al XIX. Pero, ¿qué son las cartillas de dibujo, también conocidas como cartillas de principios? Son libros con estampas utilizados como material pedagógico en el aprendizaje del dibujo tanto en talleres de artistas como en academias o casas de particulares, especialmente de jóvenes aristócratas. Atrás quedaban los métodos tradicionales en la enseñanza del dibujo: obras facilitadas por el maestro, vaciados en yeso o la copia directa del natural.

Sereniss. Mantvae Dvci Ferdinando Gonzaghae DD., Bolonia: [s.n.], 1619 GIOVANNI FRANCESCO BARBIERI, IL GUERCINO (1591-1666) OLIVIERO GATTI (1579-h. 1648) (grabador) Frontispicio, 21 estampas (buril) Madrid, MNP, Biblioteca, Cerv/317
Sereniss. Mantvae Dvci Ferdinando Gonzaghae DD., Bolonia: [s.n.], 1619 GIOVANNI FRANCESCO BARBIERI, IL GUERCINO (1591-1666) OLIVIERO GATTI (1579-h. 1648) (grabador) Frontispicio, 21 estampas (buril) Madrid, MNP, Biblioteca, Cerv/317 – MUSEO DEL PRADO

Estas cartillas surgen en la Italia del XVII y, dado su éxito, muy pronto se expanden por toda Europa. Su finalidad era triple: enseñar a los alumnos a dibujar, ganar dinero con ellas y difundir la fama del artista. El problema es que, al ser una herramienta de trabajo, no se le daba validez artística y, debido a su uso, no se solían conservar. Si lo hacían, no se hallaban en muy buenas condiciones. Es, por tanto, un material didáctico muy poco conocido; en ocasiones, se trata de obras únicas o de gran rareza. El historiador del arte Ernst H. Gombrich puso fin al desprecio de la historiografía por estas cartillas; en 1956 las rescató de un olvido de siglos. Olvido del que tampoco se salvó el Prado. Hasta 2003, tan solo contaba con una de esas cartillas de dibujo. Hoy son 181 las que se hallan entre los 150.000 volúmenes de su biblioteca, gracias a adquisiciones y donaciones de importantes legados: Madrazo, José María Cervelló y el escultor y académico de Bellas Artes Juan Bordes. Procedente de esta última colección entraron en el Prado 162 cartillas.

Cabezas de las obras del Rafael de Urbino, Madrid: Se venden en la Cava baxa frente la Posada de las Casti.s, 1816 MARÍA DEL CARMEN SAIZ (1789-1868) Buril Madrid
Cabezas de las obras del Rafael de Urbino, Madrid: Se venden en la Cava baxa frente la Posada de las Casti.s, 1816 MARÍA DEL CARMEN SAIZ (1789-1868) Buril Madrid – REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO

Ese material de referencia ha sido catalogado, investigado, digitalizado (en el futuro estará en la biblioteca digital del Prado) y ahora se le dedica una exposición en la sala D del Edificio Jerónimos, comisariada por José Manuel Matilla y María Luisa Cuenca. Se muestra, hasta el 2 de febrero de 2020, un centenar de obras, no sólo del Prado (de sus fondos procede el 60% de lo expuesto), sino también de museos e instituciones (la Biblioteca Nacional de Francia, en París; la Galería Albertina de Viena, el British Museum de Londres; la Academia de Bellas Artes de San Fernando, Patrimonio Nacional, la Biblioteca Nacional…) y colecciones privadas. Además, se ha publicado un catálogo razonado, coeditado con el Centro de Estudios Europa Hispánica.

Il vero modo et ordine per dissegnar tutte le parti et membra del corpo humano, Venetia: Remondini, siglo XVIII (1º ed. de 1608) ODOARDO FIALETTI (1573-h. 1638) Aguafuerte Madrid, MNP, Biblioteca, Bord/131
Il vero modo et ordine per dissegnar tutte le parti et membra del corpo humano, Venetia: Remondini, siglo XVIII (1º ed. de 1608) ODOARDO FIALETTI (1573-h. 1638) Aguafuerte Madrid, MNP, Biblioteca, Bord/131 – MUSEO DEL PRADO

Explica Matilla que, en un principio, se pensó exponer solo las cartillas españolas, pero finalmente se optó por extender el proyecto a toda Europa: «Decidimos abrir el campo al patrimonio europeo. Existe una cultura común europea: todos aprenden a dibujar de la misma manera». Las cartillas, que por lo general tienen poco texto (son libros de imágenes) se exhiben en una pequeña sala, más iluminada de lo habitual, cuyo montaje evoca el taller de un artista. Se han eliminado las cartelas: el visitante dispondrá de un librito con los textos explicativos sobre las obras.

Scuola perfetta per imparare a disegnare, Roma, Pietro Stefanoni (P.S.F.), [primera edición h. 1609-14], edición de mediados del siglo XVII AGOSTINO CARRACCI (1557-1602) y otros LUCA CIAMBERLANO (act. 1599-1641) y otros (grabador) PIETRO STEFANONI (1557-h. 1642) (editor) Frontispicio, 49 estampas (buril)
Scuola perfetta per imparare a disegnare, Roma, Pietro Stefanoni (P.S.F.), [primera edición h. 1609-14], edición de mediados del siglo XVII AGOSTINO CARRACCI (1557-1602) y otros LUCA CIAMBERLANO (act. 1599-1641) y otros (grabador) PIETRO STEFANONI (1557-h. 1642) (editor) Frontispicio, 49 estampas (buril) – BIBLIOTECA NACIONAL

CSI Madrid

Los dibujos se centraban en el cuerpo humano. Pero en estas cartillas el cuerpo se fragmentaba, como si hubiera sido diseccionado por un forense o un asesino en serie. Lo primero que aprendían a dibujar eran las distintas partes del rostro. De lo más sencillo, a lo más complejo: ojos, boca, nariz… Después, brazos, manos, piernas y pies, torso… hasta acabar dibujando la figura completa. Era una época en la que aún no se hablaba de copyright, derechos de autor, plagios o apropiación indebida. Todo lo contrario, el fin de las estampas que figuraban en estas cartillas era ser copiadas, una y otra vez. Entre los artistas presentes en las cartillas, nombres como Durero, Rubens, los Carracci, Guercino, Le Brun, Ribera, Matías de Irala o Pedro de Villafranca, autor de la primera cartilla de dibujo española.

Eso sí, no se cumple la cuota femenina. Tan solo hay una cartilla hecha por una mujer: María del Carmen Saiz. Deuda que el Prado saldará con creces en su próxima exposición. Dentro de una semana el museo exhibe, cara a cara, la obra de dos grandes pintoras: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. La exposición está comisariada por una conservadora del museo: Leticia Ruiz.