Punto de castigo para España

Sin que haya motivos para festejar demasiado, y después de un ejercicio de suspenso, España deberá cerrar en Suecia su pase a la Eurocopa de 2020, castigada anoche después de un triste empate contra la Noruega de Odegaard, un mago que se pierde entre vikingos. La selección firmó, muy probablemente, uno de los encuentros más flojos de estos tiempos, y cuesta quedarse con algo positivo más allá de la gesta de Sergio Ramos, que ya tiene 168 internacionalidades y supera así a Casillas. El resto, para borrar.

Porque a España le salió una de esas noches tontas en el Ullevaal Stadion, que cada cierto tiempo sirven para confirmar que este equipo, ahora mismo, no tiene mimbres como para pensar en champán y confeti. Tampoco debe entenderse como un cataclismo, pero es cierto que la selección, que también tiene buenos momentos como en Rumanía hace un mes, sigue en construcción, buscando y rebuscando en una interminable lista de jugadores para que de ahí salga algo potable y con capacidad para competir con las mejores. Dice Robert Moreno que seguramente no hay un equipo en Europa tan completo como España, pero, sin darle demasiadas vueltas, salen varios nombres antes en una hipotética lista de aspirantes a las medallas.

Y eso que el inicio invitó a imaginar otra cosa, con unos diez-quince minutos aseados, elevado el ritmo y con Ceballos, de más a menos, repartiendo como mariscal. Es buena noticia cuando en España aparecen el andaluz y su amigo Fabián Ruiz, que de todos los que han llamado a la puerta en estos últimos tiempos es el que más buena pinta tiene. Está para quedarse, y dispone de muchísimas cosas de las que históricamente ha carecido este grupo, como disparo desde media y larga distancia. Un tiro suyo, cuando ya se consumía el primer acto, fue la ocasión más clara de esos insoportables 45 minutos.

Iba cayendo el mercurio, se intuye la nieve en breve por esta curiosa ciudad en la que sus habitantes se pasean con un fino jersey estando a seis o siete grados, y a España se le veían las costuras, especialmente dramático el desajuste defensivo. Moreno, que presentó una alineación con once jugadores de once clubes diferentes por primera vez en la historia, sorprendió con Albiol como pareja del legendario Ramos, más español que nadie, y no funcionó demasiado el experimento, desubicados los centrales y sin que los laterales compensaran demasiado. Noruega, fiel a un fútbol de otro tiempo, angustió a la selección a base de saques de esquina y únicamente la cuestionable calidad de sus jugadores hizo que Kepa, titular ya sin discusión alguna, mantuviera la cueva a cero.

Gol de Saúl y a sufrir

Celebrado el descanso como un gol, pues fue un alivio entre tanto bostezo, a España le cambió algo la cara en la reanudación. Cabe imaginar algún grito de Robert Moreno en ese parón ya que los primeros compases del segundo acto fueron con una marcha más, y ya con eso fue suficiente para enterrar la desgana. En la primera jugada con mínimo peligro, el balón le cayó a Saúl Ñíguez y, desde la frontal, despertó a la selección con un buen derechazo. Marcar desde lejos también vale, y a veces no hay otro camino que ese.

El tanto concedió algo de calma al equipo, aunque tampoco llegó el buen juego. Hay citas, como la de ayer, que deben resolverse como buenamente se pueda, partidos de difícil digestión en la que, si se gana, los jugadores dicen, ya duchados y muy en serio, que todo se ha hecho muy bien.

Esta vez, lo mejor sería callar porque España fue empeorando incluso con los cambios. Entró Cazorla y se probó el último cuarto de hora con Busquets y Rodri en el doble pivote, interesante para lo que viene y más confirmando que el azulgrana está como está. Y cómo lo vería Moreno que hasta recurrió a Íñigo Martínez como tercer central para un epílogo asfixiante en el que la selección acabó pidiendo la hora, si bien es cierto que Fabián pudo sentenciar con un remate al palo (antes, otro disparo al larguero).

Inmediatamente después de esa acción desafortunada, y ya en el añadido, a España le llegó su merecido. Un penalti de Kepa, que reclamó el VAR pese a que no había, permitió a King empatar muy merecidamente. A efectos de estadísticas, España podrá decir que sigue invicta, seis victorias y unas tablas en siete partidos. A efectos de juego, España no podrá decir nada.

Ficha de partido

Estadio: Ullevaal StadionNoruega

  • 1Rune Jarstein
  • 6Nordtveit
  • 2Aleesami
  • 14Elabdellaoui
  • 3Vassbakk
  • 8Stefan Johansen
  • 15Berge
  • 18Ole Selnaes
  • 19Markus Henriksen
  • 20Odegaard
  • 7Joshua King

España

  • 13Kepa
  • 3Albiol
  • 15Sergio Ramos
  • 14Juan Bernat
  • 22Jesús Navas
  • 17Fabián
  • 8Saúl
  • 5Busquets
  • 21Oyarzabal
  • 19Rodrigo
  • 6Dani Ceballos
  • Banquillo
  • 16Jonas Svensson
  • 11Mohamed Elyounoussi
  • 10Elyounoussi
  • 23Mathias Normann
  • 9Alexander Sørloth
  • 22Sondre Rossbach
  • 17Birger Meling
  • 4Sigurd Rosted
  • 13Fredrik Midtsjø
  • 21Bjørn Maars Johnsen
  • 12 rjan Haskjold Nyland
  • 5Even Hovland
  • Banquillo
  • 11Luis Alberto
  • 20Cazorla
  • 9Gerard Moreno
  • 4Iñigo Martínez
  • 16Rodrigo
  • 12Llorente
  • 23Pau López Sabata
  • 10Thiago
  • 7Sarabia
  • 18Reguilón
  • 2Carvajal
  • 1De Gea
  • Goles
  • Joshua King 93′
  • Goles
  • Saúl 46′

Árbitro: Michael Oliver