Sánchez se modera con Cataluña tras el frenazo en las encuestas

Hay una norma no escrita en el socialismo: sin Cataluña no se ganan las elecciones o, lo que es lo mismo, para obtener un buen resultado en España hay que obtenerlo en Cataluña. En las variables que barajaba Moncloa y que animaron a forzar la repetición electoral estaba, sin duda, el efecto que la sentencia del «procés» iba a tener en el electorado. Los estrategas monclovitas consideran que podrán sacar rédito de su gestión del contexto posterior al fallo del Tribunal Supremo, en una estrategia enfocada en ganar el centro en toda España, pero que no funciona del mismo modo en Cataluña.

Fuentes del PSC aseguran a este diario que la campaña del partido – «Ahora Gobierno. Ahora España»– «no nos beneficia». «Si nos quedamos como estamos –en alusión a sus 12 escaños– nos damos con un canto en los dientes», resuelven. Las citadas fuentes lamentan que los socialistas tengan poco margen ante la sentencia del «procés», más allá de defender «la ley y el diálogo», y reconocen que si Torra se salta la ley, habrá que aplicar el artículo 155 de la Constitución. Algo que no tendrá un buen encaje en Cataluña. De hecho, según la última encuesta de NC Report para LA RAZÓN, el 69,4% de los socialistas catalanes se oponen a la intervención de la autonomía. A esto se suma, que «muchos nos votaron en abril con la nariz tapada, pensando que llegaríamos a un pacto con Podemos. Ahora están cabreados y no podemos asegurar que vuelvan a votarnos».

En este contexto, Pedro Sánchez desembarca hoy en Barcelona, en su segunda visita a la provincia en la escasa semana de precampaña. En vísperas de que, en apenas cinco días, se haga público el fallo del Supremo, el candidato del PSOE se vuelca con Cataluña pero con un ligero giro estratégico. Sánchez ha ido modulando su discurso en los últimos días, de forma paralela al frenazo que le otorgan las encuestas. Los socialistas perciben que el voto que ganan por el centro –con su apuesta por la españolidad y la aplicación del 155 o la Ley de Seguridad Nacional– no compensa lo que ceden por la izquierda en favor de la formación de Íñigo Errejón, contra quien se endurece el tono. Por ello, Sánchez ha pasado de hacer continuas alusiones veladas a la intervención de la autonomía y a la coordinación de los Mossos en caso de disturbios que comprometan el orden público, a limitarse a expresar que la «respuesta del Estado será proporcional al desafío» y «unitaria» con el resto de partidos políticos.

El giro discursivo de Sánchez se comenzó a apreciar esta semana. De ubicar Cataluña en el centro de su estrategia, a virar hacia lo social. Desde que el lunes se presentara el programa, el candidato socialista ha hecho dos importantes anuncios en este sentido: la revalorización de las pensiones y la reducción de las peonadas para cobrar ayudas agrarias, lo que era el antiguo PER. Un viraje que busca fidelizar al votante de centro izquierda que votó por el PSOE como opción de cambio en abril, antes de lanzarse a una estrategia en Cataluña que lo envolverá todo tras el inminente fallo del «procés» y que solo le servirá para sacar rédito por el centro.