Portugal elige Gobierno bajo la sombra de una elevada abstención

El presidente de Portugal ha pedido a sus ciudadanos que acudan este domingo a las urnas para elegir el futuro Gobierno del país porque le parece «justo y urgente». En un vídeo cinco minutos, Marcelo Rebelo de Sousa ha recordado «la infeliz» abstención de las europeas (cerca del 70%) y la importancia de que los portugueses voten ante los retos a los que se va a enfrentar el país en el próximo cuatrienio. También el primer ministro, el socialista António Costa, favorito de estos comicios, ha pedido a la gente que vote. El Partido Socialista aspira a refrendar con un amplio apoyo una legislatura que ha cambiado la economía y la imagen del país.

«Lo que les pido es muy sencillo: por convicción, por confianza, por rechazo, por realismo, sea cual sea el motivo de su voto, no dejen de votar. Son cuatro años decisivos en la vida de Portugal», ha manifestado el presidente en un mensaje difundido en vídeo. «Lo importante es apelar a una gran participación. La democracia contiene un momento de gran celebración, que es el acto electoral», ha explicado Costa tras votar en Lisboa. «Este es un día para que los ciudadanos hablen», ha añadido en declaraciones recogidas por el diario luso Publico.

Casi 11 millones de portugueses están llamados a las urnas para elegir a los 230 diputados de la Asamblea de la República. Se presentan 21 partidos a la mayoría de los 22 distritos electorales —dos de ellos fuera de Portugal—, aunque Lisboa y Oporto se llevan la gran representación de la cámara con el 38% del total (en España, Madrid y Barcelona tienen el 18%). Portugal va este domingo a las urnas con el convencimiento —según todos los sondeos— de una clara victoria socialista que permita al actual primer ministro, el socialista António Costa, gobernar con o sin el apoyo de sus actuales soportes, el PC y el Bloco, que el permiten gobernar en minoría desde 2015.

El nuevo Parlamento coincidirá con compromisos internacionales como la Conferencia Mundial de los Océanos, que se celebra en Lisboa en 2020, y la presidencia europea, en 2021. Marcelo Rebelo de Sousa recordó a los portugueses los problemas latentes como el Brexit y la guerra comercial. «No votar es entregar a otros una decisión que es nuestra; perder la autoridad para lamentar, para criticar, para rechazar». También recordó los desafíos a los que se deberá enfrentar el próximo Gobierno, como la caída de la natalidad y el envejecimiento de la población, así como las alteraciones climáticas.

En las pasadas elecciones la abstención se acercó al 44% y en estas los pronósticos son muy similares. La esperada victoria —según todos los pronósticos— del Partido Socialista puede desalentar a algunos votantes, aunque también está en juego la mayoría absoluta de António Costa.

«Por convicción, por confianza, por rechazo, por realismo, por exclusión —sea cual sea la razón de vuestro voto— no dejen de votar. Son cuatro años de vuestra vida, de nuestra vida. Son cuatro años decisivos en la vida de Portugal».

Las salidas de tono de António Costa, cada vez más frecuentes, protagonizaron el final de la campaña electoral, cuando un jubilado le increpó el viernes por haberse ido de vacaciones durante la tragedia de los incendios de 2017, lo que no era verdad. En un vídeo que se ha convertido en viral a pocas horas de los comicios de este domingo, en los que el primer ministro socialista aspira a revalidar su mandato, se ve cómo Costa en un principio replica al hombre diciéndole que eso es mentira y se marcha. Pero luego vuelve sobre sus pasos para ampliar su contestación en un tono que ya es más dudoso que viniera a cuento.

Costa, que llegó al Gobierno a finales de 2015 pese a no haber sido el socialista el partido más votado, ha logrado dar la vuelta a la economía portuguesa, una de las más castigadas por la crisis de la deuda que azotó la UE a partir de 2008. En cuatro años, el desempleo ha caído del 12,4% al 6,3%; la prima de riesgo estaba 200 puntos por encima de la española, hoy a un punto. Los bonos del Estado eran bonos basura para las tres principales agencias de rating; hoy han subido dos escalones y el país se financia en mejores condiciones que España.

El Gobierno en minoría no se ha tambaleado siquiera por las oleada de huelgas que han sacudido el país, sobre todo en el último año. A los camioneros se les aplicó el estado de “alarma nacional”, la huelga de enfermeros de quirófano se anuló por decreto ley y las del resto fueron ignoradas. La única crisis de Gobierno la provocó en mayo el primer ministro al anunciar su dimisión si el Parlamento no cambiaba una votación a favor de los profesores. Y la cambió.

La consecuencia electoral —tras las abultadas victorias en elecciones municipales y europeas— es que Costa puede obtener la mayoría absoluta y eso asusta a sus socios de izquierdas.