Putin advierte: «Es imposible contener a China»

El presidente ruso Vladimir Putin ha anunciado que su gobierno está ayudando a China a crear un sistema de aviso contra ataques con misiles. Es un paso más en la cooperación militar establecida entre ambos países que contribuye a situar a Pekín como una potencia militar de primer orden.

China y Rusia, antaño viejos rivales comunistas, han mejorado sus relaciones en los últimos años y ahora Putin incluso habla de su amistad con el presidente chino Xi Jinping: «Tenemos relaciones de amistad con el líder de China, Xi Jinping, veo que es un político de nivel mundial», afirmó el mandatario ruso, quien añadió que ambos países no colaboran contra un tercer país.

Desde la guerra fría, solo Estados Unidos y Rusia disponían de tales sistemas, que abarcan una variedad de radares terrestres y satélites espaciales. Los sistemas permiten la detección temprana de misiles balísticos intercontinentales.

Putin rechazó la pretensión de querer frenar la ascensión de China, en una clara alusión a Estados Unidos. «En cuanto a los intentos de contener a China, creo que es imposible a priori, si alguien los perpetra (…) sin duda se perjudicará a sí mismo», señaló durante una comparecencia recogida por la agencia Sputnik.

El líder ruso apeló a la responsabilidad compartida de las grandes potencias y pidió buscar un sistema de seguridad común. Al mismo tiempo avisó de que Rusia responderá de manera simétrica a un posible despliegue de misiles de Estados Unidos en Asia. «Escuchamos de los colegas estadounidenses que el primer paso en esta dirección se dará en Asia. Esto influye en nosotros porque tenemos que saber dónde se van a instalar en Asia y si tiene en su alcance el territorio ruso», afirmó Putin.

A su juicio, el despliegue de misiles de corto y medio alcance en Asia es «muy malo» porque «seguramente se darán los pasos simétricos adecuados». «Pero espero que por ahora la decisión definitiva no esté tomada, se quedan todavía ciertas posibilidades para solucionar esta situación», afirmó.

De manera implícita, Putin se estaba refiriendo al paso dado por Estados Unidos en agosto, cuando anunció que oficialmente que abandona el Tratado INF que prohibía los misiles balísticos y de crucero con alcande entre 500 y 5.500 kilómetros. La respuesta de Rusia fue seguir los pasos de EE UU y anunciar que suspende su compromiso con dicho tratado si bien dejó claro que no quiere verse envuelto en una carrera armamentística.