Independentistas catalanes arrancan señales de tráfico en el Aragón oriental y exigen su anexión

Dos señales de tráfico han aparecido arrancadas en una carretera autonómica a la altura de Cretas (Teruel) junto a pintadas en catalán que reivindican el Aragón oriental como parte de Cataluña. El Gobierno aragonés ha denunciado estos hechos ante la Guardia Civil, uno más de los incidentes que en los últimos meses viene protagonizando el independentismo catalán en suelo aragonés.

La denuncia ha sido formalizada por la Administración autonómica aragonesa ante el puesto de la Guardia Civil de Valderrobres (Teruel). En ella se ha hecho constar que, este viernes, aparecieron cortadas dos señales de tráfico en la carretera autonómica aragonesa A-231 a su paso por Cretas. Uno de esos dos indicativos que han sido boicoteados es el que señala en esa carretera que se entra en territorio de Aragón, mientras que el otro recoge el nombre de varias localidades aragonesas de ese entorno.

Se cree que este sabotaje fue cometido por independentistas catalanes en la madrugada de este viernes. El caso está ahora en manos de la Guardia Civil.

En la misma zona, los independentistas dejaron una pintada en un muro de contención de tierras situado a pie de carretera, en la que dibujaron una estelada junto a proclamas anexionistas. En concreto, escribieron en catalán «La Franja es Cataluña» y «Devolvednos Sijena», en alusión al centenar de obras de arte que el oscense Monasterio de Sijena ha logrado recuperar, por decisión judicial, tras permanecer retenido durante años en el Museo de Lérida.

Las organizaciones secesionistas catalanas consideran que las comarcas aragonesas que limitan con Cataluña son la «Franja de Ponent» de su pretendida nación catalana.

Además de las posiciones que a este respecto vienen manteniendo ciertas órbitas políticas del independentismo, la anexión del Aragón oriental pasó a ser un objetivo públicamente reconocido por la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Esta organización, creada hace siete años al servicio de la independencia de Cataluña, fue presidida en su momento por Jordi Sánchez y por Carme Forcadell, dos de los procesados en la causa penal que se sigue en el Tribunal Supremo contra los cabecillas del golpe secesionista de 2017. En su documentación de planificación y estrategia, la ANC incluyó como objetivo instaurar una nación catalana que –según figuraba en sus mapas- abarcarían 4.200 kilómetros cuadrados de Aragón, lo que denominan como «Franja de Ponent».

La Guardia Civil abrió diligencias hace menos de un mes por otros incidentes protagonizados por grupos independentistas catalanes en el Aragón oriental. En concreto, el corte de la carretera N-230 a su paso por el término oscense de Alcampell, llevado a cabo por activistas de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR).

Hace cinco meses, a primeros de octubre de 2018, los independentistas realizaron pintadas en la cruz y en el pedestal de la Virgen del Pilar situados en la cima del Pico Aneto, en el Pirineo de Huesca. Y en esas mismas fechas, varios puntos del casco urbano de Zaragoza capital y de la localidad oscense de Fraga amanecieron llenos de lazos amarillos, símbolo del movimiento secesionista catalán. Aquella acción fue reivindicada por unos autodenominados «CDR de Aragón», una suerte de franquicia de los grupos de agitación callejera desplegados por el independentismo en Cataluña.