Visto lo visto, el Real Zaragoza no se sabe si ganaba un punto o perdía dos en Albacete. Los maños se levantaron de una mala primera parte, marchándose al descanso 2-0, e igualando el choque en la segunda e incluso mereciendo más. Gual y Vázquez eran los ejecutores de 45 minutos de un altísimo nivel, que no servían para cortar la racha de encuentros sin ganar.
El once de Idiakez contenía una solución de emergencia, la entrada de Eguaras como titular por primera vez esta temporada. Y otras también necesarias como la de Perone, que acompañaba en el centro de la zaga a Diogo Verdasca, con Grippo como sacrificado. O la de Papu por Marc Gual. Una alineación para tener la pelota, sí, pero cuando atrás haces aguas lo demás poco importa.
Ya en el minuto 2, primera vía de escape a la espalda de Lasure, Acuña la ponía de primeras y, sin oposición, Manaj remachaba a las redes defendidas por Cristian. A remar. Si la espalda del canterano era el principal filón manchego en el arranque, también eran sus incorporaciones la única manera de profundizar del equipo. De hecho, tras un gran pase de Eguaras, el zurdo le pegaba y la pelota se estrellaba en el poste.
Posesión clara para los maños desde entonces, hasta que el choque entró en un carrusel de córners locales. Y, ahí, Eugeni se hizo gigante. Tras varios lanzamientos, al final un cabezazo de Acuña era desviado hacia las mallas por Verdasca. Él no quería, pero 2-0 y ni 20 minutos disputados.
Como la noche era aciaga, también vinieron malas noticias en forma de lesión. Papu se tenía que retirar en camilla y Verdasca, segundos después, directo a los vestuarios sin pasar por el banquillo. Al campo, Marc Gual y Grippo. Con claros signos de impotencia, el Real Zaragoza anduvo hasta que llegó el momento de dar paso al descanso, con una enorme losa encima.
Segunda parte
El discurso de Idiakez debió funcionar porque el equipo salió como un ciclón. En apenas 6 minutos atesoró méritos suficientes como para incluso empatar el choque, pero la eficacia sólo alcanzó a recortar distancias. Ros probaría con la zurda a Caro, atrapando seguro abajo. Poco después y en dos disparos prácticamente calcados, a Gual y Pombo se les marchaba el disparo cruzado.
Y a la siguiente gol. Gran pase de Lasure al espacio para Zapater, que veía a Gual y el ariete se estrenaba como goleador con la camiseta zaragocista. El choque, entonces, se tranquilizó cuando menos le interesaba a los maños. Cerca estuvo de sentenciar el Albacete por medio de Valderrama, quien con la cabeza no mostró la precisión que sí posee con su diestra. Contestaría Pombo, pero tampoco encontró palos.
Pero la segunda parte zaragocista merecía un premio. Y lo encontraría en el 78. Balón de Benito a la espalda del lateral zurdo, quien erraba en el salto, y Vázquez cruzaba la pelota ante la salida de Caro. 2-2, minuto 78. El choque por entonces ya era un correcalles, precioso para el espectador neutral.
Gual probaba de nuevo desde fuera, habiéndose quitado la mochila de piedras con su estreno. Eso sí, Cristian hacía la parada de la noche tirando de reflejos para desbaratar un cabezazo, a quemarropa, de Ortuño. El último suspiro entraba Soro al campo por Pombo. Pero no habría tiempo para más. El choque finalizaba con un empate justo, 2-2, en un encuentro con dos partes totalmente opuestas
