Djokovic se lleva el US Open y asusta a Nadal y Federer

«¡Pegue, ‘Delpo’, pegue!». El grito llegaba de un palco pagado por Juan Martín del Potro, ocupado por sus amigos de la infancia de Tandil, cada vez que el argentino sacaba su derecha descomunal, que es como ver una estampida de búfalos. Pero ‘Delpo’ no pegó suficiente. No para superar al mejor tenista del momento, Novak Djokovic, que se ha paseado en el US Open de este año, incluida la final contra el argentino (6-3, 7-6, 6-3).

No es que Del Potro jugara mal. Para superar al Djokovic, que ha reverdecido tras un bajón mental los últimos dos años, el argentino hubiera necesitado sacar su mejor tenis todo el partido. Estuvo muy lejos de hacerlo en el primer set, en el que su saque poderoso no apareció y no pudo meterle mano al serbio por ningún lado.

A Djokovic le bastó con buscar siempre el talón de Aquiles de Del Potro, su revés derecho, del que salen pelotas blandas, sin peligro. Cuando trataba de cubrirlo y colocarse para pegarle de derecha, sus disparos morían en la red, o fuera de la pista. Acabó el partido con 30 errores no forzados con su derecha.

En los momentos decisivos de esta primera manga, Djokovic mantuvo los peloteos hasta que que Del Potro fallaba. El serbio, que se ha quedado con cuerpo de maratoniano, se movía eléctrico por el fondo de la red, mientras que el grandón argentino trataba de empujar sus dos metros a las bolas con ángulo. Así ganó Djokovic su primera bola de ‘break’ y su primera bola de set. Ambas a la primera oportunidad, sin despeinarse.

Del Potro se fue con honra porque plantó batalla en la segunda manga. Por fin, soltó su derecha y empezó a conectar saques directos. Recuperó el saque que le había roto Djokovic con tres zarpazos de su cañón derecho, consiguió un juego blanco con su servicio y arrancó tres bolas de ‘break’ para ponerse 5-3 y hacer soñar al público, que coreaba ‘ole, ole, ole, ‘Delpo’, ‘Delpo’ al compás de la pequeña barra brava de Tandil. Ahí le faltó dar el golpe definitivo y el serbio lo aprovechó. Se recuperó, forzó el ‘tie break’ y lo ganó con solidez.

En el tercer set no hubo historia, solo el contraste de la alegría inmensa de Djokovic tirado sobre el cemento azul de Nueva York y el llanto de Del Potro en su sitio cuando acabó todo.

Con este triunfo, Djokovic conquista su decimocuarto ‘grande’, acechando a Rafael Nadal (17) y Roger Federer (20). Si mantiene el nivel que ha mostrado este año aquí y en Wimbledon, la amenaza es seria.