La semana que cerramos ha dejado un panorama desolador en la renta variable europea con el Ibex35 perdiendo soportes y volviendo a niveles de finales de 2016. Lo curioso es que se llega a esta situación por causas que provienen del exterior más que de nuestro propio país
El sector bancario no acaba de superar la crisis de las divisas emergentes que tanto está afectando a entidades como BBVA. Tampoco ayuda la situación en diversos países de Latino América, donde no pocas entidades del Ibex tienen gran exposición. Italia y su conato de crisis de deuda y, sobre todo, el enésimo capítulo de la guerra comercial entre Estados Unidos y el resto del mundo son otros de los factores que han llevado al Ibex35 a cerrar la semana por debajo de los 9.200 puntos.
IAG, envuelta en un escándalo de robo de datos de sus clientes, fue el viernes la peor del selectivo, mientras que Gamesa se desmarcaba y cerró su segunda jornada seguida en positivo. La semana que viene será vital para el Ibex35 que, de continuar con la tendencia podría llegar a perder, incluso, los 9.000 puntos. Parece mentira que, hace apenas dos meses, el Ibex35 luchara por recuperar los 10.000.
