El PP diseña un Congreso exprés, con un día entero para Rajoy

La Comisión Organizadora del Congreso (COC) del PP prepara una asamblea en la que todo el trámite de elección del nuevo liderazgo del partido se resolverá de manera exprés. Los congresos del PP duran tradicionalmente tres días, éste, sólo dos. Pero, además, la primera jornada, la del viernes, la han blindado para reservársela a la despedida de Mariano Rajoy de su formación política. Por tanto, todo el procedimiento tendrá que quedar resuelto el sábado, con la presentación de las candidaturas con su lista de 25 nombres, la votación de los compromisarios y la proclamación del ganador.

Hay quienes dentro del partido se malician de que tanta prisa es para limitar el tiempo de la confrontación entre las dos candidaturas en liza y que salvo sorpresa máxima llegarán vivas al cónclave. Aunque una vez que midan sus fuerzas entre el censo de voto siempre hay margen para dar pie a una lista de unidad antes de que se pronuncien los compromisarios. Éste es un congreso extraordinario, no ordinario, y la decisión de que durara sólo dos días la formalizaron de acuerdo con los Estatutos al principio del proceso, nada más comunicar oficialmente Rajoy que daba un paso al lado. Y antes, por tanto, de que saltaran por los aires los planes de una sucesión ordenada y se convirtiese en una dura disputa entre las dos listas más votadas por los afiliados, la de Soraya Sáenz de Santamaría, que se impuso por un estrecho margen, y la de Pablo Casado.

El hecho de que el viernes 20 vaya a ser a una jornada dedicada exclusivamente al homenaje a Rajoy limita el tiempo para que se pueda escuchar a todo volumen, desde la plataforma del Congreso, el ruido de sables si es que las cosas no salen bien. En la tradición congresual del PP siempre han reservado un tercer día, el domingo, a poner en escena el apoyo al nuevo líder para cederle todo el protagonismo y rendirle pleitesía. Ésta es la primera vez que todo indica que el PP va a un Congreso Nacional abierto. La campaña sigue avanzando en dos terrenos distintos. En la arena pública, en la que los dos candidatos afilan sus empujones hasta el punto de que Casado reprochó ayer a Sáenz de Santamaría en «Espejo Público», de Antena 3, que haga valer su condición de mujer como mérito para aspirar a la Presidencia Nacional del PP. Respondía así al hecho de que la ex vicepresidenta subrayase que la juventud se pasa, pero la condición de mujer, no. Y en la negociación privada. Sáenz de Santamaría se ha reunido con la ex secretaria general María Dolores de Cospedal dentro de su campaña por una lista de unidad y a pesar de que la candidatura de Casado ha oficializado que trabaja ya mano a mano con la de Cospedal. Desde el equipo de la ex vicepresidenta aseguran que ofreció a Cospedal integrar «a todo» su equipo en su lista, como si fuera propio. Ayer, ella aseguró que está «satisfecha» de esa conversación con Cospedal, del «tono» y, sobre todo, del «cariño» que la secretaria general le tiene al partido, al que «le ha dedicado muchos años de su vida en un momento muy difícil». «Tengo la absoluta certeza de que pensando todos en el partido encontraremos la mejor solución. Tengo fama de negociar hasta el último momento y voy a intentarlo», indicó. También confirmó que había mantenido una conversación con Casado y que confía en cerrar una reunión para diagnosticar la situación. Ella insiste en la unidad, y Casado en llegar hasta el final. En Antena 3 descartó «al cien por cien» una lista única con Sáenz de Santamaría y subrayó que prefiere no tener «mochila» porque la «operación diálogo no salió bien».