El segundo de las primarias del PP, Pablo Casado, no se detiene, lucha hasta el último día

Las bases del PPtocaron ayer con la varita mágica de su apoyo a dos candidatos: Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado. Pero el proceso de elección del nuevo presidente del partido contempla aún una segunda votación en la que deben pronunciarse los compromisarios. La segunda vuelta, en estos momentos, ha revalorizado su impacto. Estas son las preguntas que debe resolver el PP.

¿Es posible que no se produzca la segunda votación?
 A lo largo de estos días ha sido un debate recurrente. No ha sido posible llegar a ninguna conclusión. Y menos ahora. Los Estatutos recogen que tras la votación de los afiliados serán los compromisarios quienes escojan, durante la celebración de Congreso, entre los dos que han superado la fase eliminatoria. Los candidatos se han escudado en el cumplimiento de las normas para mantener la opción de una segunda vuelta. Pero también existía una opinión muy generalizada de que, de ningún modo, los compromisarios deberían variar lo que ayer votaron los afiliados, porque este cambio, aunque legal, no sería entendido. Pero siendo tan estrecho el margen entre Soraya y Casado y con una posible alianza del segundo con Cospedal, nada se detiene.
¿Por qué dos vueltas?
Este sistema es una absoluta rareza, pero se concibió en el último cónclave para dar satisfacción a la creciente reclamación de un militante, un voto. El PP quiso ir a un modelo mixto para no deshacerse de los compromisarios, tras haber mantenido que ese modelo es tan democrático como el voto de las bases. La verdad es que los aparatos del partido pueden ejercer un control sobre los delegados que no es posible hacer (son muchos más) sobre los afiliados.
¿Puede haber integración?
La presión para evitar votación de los compromisarios apuntaba al segundo. A él le correspondía dilucidar si continuaba hasta el final. Pero Casado ratificó la pasada madrugada que no renuncia a la batalla e hizo guiños a Cospedal. «Con ella trabajé en 2013…», avanzó. Es decir, descarta pactar con Soraya. Batallará.
¿Podría intervenir Rajoy?
El aún presidente del PP es como un talismán. Como el partido ha estado perdido en este proceso… Pero primero se esperaba que de algún modo señalara a un candidato y todo el partido se pusiera detrás. Sin embargo, llevó su neutralidad con rigor y ayer ni votó. Tampoco lo hizo José María Aznar. Con los resultados de ayer, es más improbable que Rajoy presione en alguna dirección.
¿Los compromisarios votan a bloque?
Es evidente que los delegados, la mayoría cargos públicos, son afines a las direcciones regionales y provinciales. No obstante, la distribución territorial de la primera votación varía en la segunda. Los afines a Cospedal se ven libres y pueden optar ahora por uno de los dos ganadores, en su caso, posiblemente, Casado, lo que empujaría hacia el vuelco. No obstante, aunque segundo y tercero suman el 60% de votos, las regiones donde ganaron suman 1.243 compromisarios, 126 menos que los territorios de Soraya. No todos votarán en bloque -y en algunas regiones hay gran división provincial-, pero es indicativo de que la ex vicepresidenta está viva. Además, se suman 522 compromisarios natos -los de la Junta Directiva Nacional-.
¿Cómo se negocia?
El vencedor abrirá conversaciones y de él se espera un esfuerzo por concitar el mayor respaldo posible ofreciendo puestos en la nueva dirección del partido. Aunque la batalla se dará convenciendo a los compromisarios. ¿Qué territorios decidirán en el Congreso? Andalucía (475 delegados, el 18,2% del total de 2.612 elegidos ayer), Comunidad Valenciana (349, 13,4%), Galicia (279, 10,7%) y Castilla y León (268, 10,6%) volverán a tener un peso enorme en la definición.