La gala de los Premios Simón reivindica el papel de la mujer en el cine

Con una fuerte presencia de la mujer y un potente mensaje feminista, la VII Gala de los Premios Simón se convirtió en la más igualitaria de su historia. La noche más especial del cine aragonés quiso reivindicar el papel de la mujer en una industria donde los datos no son optimistas, ya que tan solo 16 de cada 100 directores de cine son mujeres, pero en el que, aseguran, «algo está cambiando».

En una noche tan feminista, la obra más galardonada, ante la ausencia de largometrajes, fue el cortometraje «El color de la sed», dirigido por una mujer, Gala Gracia. Recibió los premios a Mejor Dirección, Mejor Producción y Mejor Fotografía. El cortometraje cuenta la dura historia de Medardo, un ganadero de ovejas que ve cómo su rebaño desmejora día a día por la dura sequía. «Fue un rodaje muy difícil, tuve que dirigir animales, pero me rodeé de un gran equipo de gente», destacó Gracia.

El otro gran triunfador de la noche fue Lucas Castán, quien con su cortometraje «Los hombres de verdad no lloran», se alzó con el Premio a Mejor Cortometraje y Mejor Guion. Su historia cuenta cómo Basilio intenta que su hijo vuelva a sonreír después de que una enfermedad de cadera le impida practicar hockey. «El guion es la fase que más me agobia, me vuelve loco, pero el mejor regalo que me ha dado este corto es el día que reuní a todo mi equipo», destacó Castán.

La actriz Carmen Gutiérrez se alzó con el Premio a Mejor Interpretación por «Grupo 2 Homicidios», que estaba llamada a ser la gran triunfadora de la noche con diez nominaciones pero tan solo consiguió este galardón. Gutiérrez recordó el momento en el que decidió ser actriz: «Aquí en Zaragoza no había ni escuelas de actores ni productoras, es maravilloso ver cómo han cambiado las cosas».

Los otros nombres propios de la ceremonia los pusieron la conocida actriz Gemma Cuervo, que subió emocionada al escenario al ser nombrada embajadora del cine aragonés en 2018, y el actor zaragozano Gabriel Latorre, Premio Simón 2018. Este último destacó lo «difícil» que es ser profeta en tu tierra y se mostró encantado de que «después de tantos años de deambular por el mundo rodando, te llamen de tu tierra para darte un Premio Simón, es una satisfacción».

La obra «11D. Una mañana de invierno», que narra la historia del atentado contra la Casa Cuartel de Zaragoza, se alzó con Mejor Montaje, para Antonio Hurtado, y Mejor Vestuario para Ana Sanagustín. El Mejor Documental fue para José Manuel Herraiz por «Buscando a Djeneba» y en la Categoría Especial ganó Ana Bruned el Mejor maquillaje y peluquería por «Las pesadillas de Cajal».

Eso sí, reivindicó que desde el cine de Aragón se debe «hacer patria» porque, lamentó, le habían llamado «para muy pocos papeles». Por ello cree que se deben aunar fuerzas «para enseñar al mundo lo que es el cine aragonés». La consejera de Cultura, Mayte Pérez, aseguró que «invertir en cultura vale la pena porque se consigue una sociedad mejor». Por su parte, el presidente de la Academia Aragonesa de Cine, Jesús Marco, aseguró que desde la institución «se intentan divulgar todos los trabajos» y pidió perdón por los «defectos», que intentarán subsanar.