Bruselas intenta frenar el aluvión de españoles que aspiran a eurofuncionarios

El «no nos vamos, nos echan» que se grita en España, la Comisión Europea responde «no vengan todos de golpe, que empujan al resto». La crisis laboral y salarial que sufre el sur de la Zona euro desde 2010 ha inundado de españoles, italianos y griegos la lista de aspirantes a funcionarios comunitarios, hasta el punto de que ya suponen casi el 50% del total de aspirantes a la escala técnica del organismo.

Las alarmas se han disparado y la CE ha elaborado un informe (fechado el 15 de junio) en el que alerta sobre el riesgo de un desequilibrio geográfico crónico en la composición de su plantilla.  Bruselas, que ya ha intentado sin éxito frenar la avalancha, anuncia medidas para limitar la presencia de ciertas nacionalidades en las listas de reserva de personal del organismo.

La amenaza de númerus clausus se cierne sobre los tres países del sur que encabezan la tasa de paro del club europeo: Grecia, 20,6%; España, 16,1%; e Italia, 11%, frente a una media del 7,1% en la UE y una cota de menos del 4% en Alemania u Holanda.

Bruselas teme que dentro de 15 años, cuando los nuevos eurócratas lleguen a puestos de dirección, resulte difícil nombrar un alto cargo que no sea de origen meridional. La Comisión lleva meses haciendo campaña entre los países del norte para que aumente el número de aspirantes a eurócratas y contrapesar así la presencia masiva de españoles, italianos y griegos. Pero sin éxito, de momento, según reconoce el citado informe