Trump quiere que Rusia regrese al G-7, y Moscú lo rechaza

«No estoy tratando de ser políticamente correcto, pero tenemos que dirigir el mundo. Deben dejar a Rusia estar» en el G-7, dijo Trump antes de abordar el avión en el que ha viajado al pueblo de La Malbaie, en Canadá, en el que se celebra el encuentro. Paradójicamente, el Kremlin ha replicado con frialdad, declarando que «nos centramos en otros formatos«.

Con sus declaraciones, el presidente estadounidense volvía a poner el énfasis en el «nosotros y ellos» que está empleando en toda la cumbre del G-7. Es decir, en Estados Unidos contra los demás. Cuando Trump dijo «deben dejar» estaba soslayando el hecho de que la participación de Rusia en el G-7 fue suspendida en 2014 por la anexión de ese país del territorio de Crimea, en Ucrania, y que EEUU capitaneó la decisión. La propuesta de Trump, así pues, implica en cierto sentido normalizar la ocupación del territorio ucraniano por Moscú.

Trump llega a Charlevoix después de haber intercambiado duros ataques con los dos líderes con los que va a tener reuniones bilaterales: el presidente francés, Emmanuel Macron, al que le une una aparentemente buena relación personal, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

Las acusaciones de Trump se han debido a las presuntas prácticas comerciales proteccionistas que usan Canadá y la UE y son, en general, bastante más duras que las que el mandatario estadounidense destina a China y, por supuesto, a Rusia. Para dejar aún más clara su postura de rechazo a sus aliados, la Casa Blanca ha anunciado que Trump se va a ir antes de que acabe la cumbre, y justamente no va a asistir a la negociación sobre cambio climático y protección de los océanos.

Todo este enfrentamiento hace que esta cumbre del G-7 se presente como la más tensa desde que ese grupo empezó a reunirse (primero con cuatro países) en 1973.

Respuesta desde Europa

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, rechazó frontalmente la propuesta del presidente estadounidense, y del primer ministro italiano, Giuseppe Conte, de readmitir a Rusia en el G7. «Dejemos el G7 como está ahora. El siete es un número de la suerte, al menos en nuestra cultura», afirmó Tusk poco antes de iniciarse la cumbre del grupo de las siete economías más desarrolladas en Canadá. «Es evidente que el presidente estadounidense y el resto del grupo siguen estando en desacuerdo sobre comercio, cambio climático y el acuerdo nuclear con Irán», añadió.

El dirigente europeo también señaló que la UE seguirá intentando convencer al presidente estadounidense que «socavar este orden no tiene ningún sentido» porque sólo favorece a los que buscan un «nuevo orden en el que la democracia liberal y las libertades fundamentales dejarán de existir». «Quiero ser muy claro, los valores del mercado y el orden basado en reglas son principios por los que merece la pena luchar, y siempre los defenderemos, porque son los cimientos de las democracias liberales. De ninguna forma vamos a ceder en esto», terminó señalando Tusk.