Rafa Nadal mantiene la velocidad de crucero

Con sólo dos presencias previas en los grandes sobre sus jóvenes espaldas, Maximilian Marterer apareció en la central de Roland Garros dispuesto a vivir el gran día de su corta trayectoria profesional. Ganara o perdiera, se las habría visto en su territorio con el diez veces campeón, algo con lo que seguramente ni él mismo contaba cuando despegó en el que es su primer Roland Garros. A sus 22 años, el joven zurdo alemán ha llegado más lejos que nunca en su corto recorrido en los majors. Es, junto al italiano Cechinatto, una de las sorpresas de la competición.

Ya en los 32 años y un día, después de celebrar el domingo su onomástica, Nadal hace jornadas que viene demostrando que ha encontrado su velocidad de crucero. No en vano, ha ganado 37 sets consecutivos en Roland Garros, sumando los que lleva acumulados en esta edición con los logrados en 2017 y en 2016. Sólo Bjorn Borg, que suscribió 41 seguidos en París entre 1979 y 1981, le supera ahora mismo. Venció a Marterer por 6-3, 6-2 y 7-6 (4), en dos horas y 30 minutos.

Después de perder su saque en el juego de inicio y de verlo amenazado, ya con 2-2, en el quinto, el español dio con la manera de hacer daño al joven germano, desactivado en cuanto perdió pista y vio como su rival tomaba la inciativa. Tal y como transcurre el torneo, a quienes circulan por el lado de Nadal les queda el triste consuelo de establecer un litigio paralelo por permanecer más tiempo sobre la cancha o lograr mayor número de juegos. Así como en la otra parte del cuadro, Zverev, Thiem o Djokovic han sufrido en distinta medida para plantarse en cuartos de final, el número 1 del mundo lo ha hecho confirmando las formidables expectativas lanzadas en los torneos previos sobre arcilla.

Aun estando un set abajo y con break de desventaja en el segundo, Marterer no le perdió la cara al partido. Siguió intentando abrir ángulos con su drive. Con más o menos celeridad, en algunos casos víctima de la precipitación, Nadal trataba de doblegarle por el lado de su revés, encontrarle el flanco débil desplazándoles previamente en la otra dirección.

Ya con dos sets encima, Marterer cobró ventaja de 3-1. De nuevo había logrado impactar sucesivas derechas, que corrían a la velocidad del rayo. Pero, poco dispuesto a concesiones, Nadal recuperó su saque de inmediato. Marterer caminó hasta el desempate, como lo hizo Bolelli en primera ronda. No iría más allá. Minutos antes, en la Suzanne Lenglen, segunda pista en importancia, Diego Schwartzman levantó dos sets a Kevin Anderson para imponerse por 1-6, 2-6, 7-5, 7-6 (0) y 6-2, en tres horas y 51 minutos. El argentino se medirá con Nadal el miércoles por una plaza en semifinales.