El Real Madrid le quedaban dos sábados tranquilos antes del subidón de adrenalina del día 26. El primero, ante el Celta en el Santiago Bernabéu, lo aprovechó Bale para despachar su mejor función en lo que va de temporada. Cabalgó el galés como hace tiempo y aunque el partido fuera sin cafeína, se pudo comprobar que ha recuperado parte de la confianza y la frescura que se le habían extraviado. Corrió sin pensar en el sóleo ni en lo que puede suceder en verano. Encontró la espalda a la defensa del Celta y marcó esos goles que le hacen un futbolista distinto a la mayoría.
El curso no está terminado para Gareth, ni mucho menos. Es verdad que ha pasado demasiado tiempo escondido, que ha participado menos de lo esperado y que perdió la condición de indiscutible en las noches grandes de esta Champions, pero todo esto no impide que siga siendo un futbolista de los que deciden, no sólo partidos, también finales. El galés puso a pensar a Zidane, si es que ya no lo estaba haciendo el técnico, que quería una buena despedida en casa y la tuvo. Colocó sobre el césped un once mucho más reconocible que el del miércoles en el Pizjuán y la cosa cambió mucho.
Con la Liga decidida, Zizou quiere utilizar lo que queda de ella como banco de pruebas antes del Liverpool. La intensidad necesaria en un día decisivo no se puede entrenar en choques sin nada en juego, pero haya o no presión de por medio, ver jugar a Modric es un placer. El croata se divirtió ante el Celta como creador de juego y fue el primero que puso en acción a Bale. Saque largo de Navas, control con el pecho del croata, que se da la vuelta y pone activa la mira telescópica. Detecta el acelerón del extremo y le deja una pelota perfecta para que el galés encare al portero y la ponga pegadita al palo, por abajo. Así de fácil aprovechó el Madrid los metros que dejaban los gallegos en defensa y que son un caramelo para el ex jugador del Tottenham.
Muy parecido, pero todavía mejor, fue el segundo tanto, porque la acción de Bale combinó un recorte magnífico y un disparo al alcance de muy pocos. En dos gestos enseñó lo mejor de su repertorio para completar una primera media hora que resumía por qué el Madrid apostó tan fuerte por él. Con 71 minutos muy redondos pidió al cuerpo técnico un billete para Kiev, ya sea desde el principio o como primer cambio, un auténtico lujo para cualquier equipo. Después de su paternidad y una sanción volvía el galés y también lo hacía Isco tras una lesión en el hombro. El malagueño tiene, a día de hoy, garantizado un puesto ante el Liverpool, aunque por si acaso se unió a la fiesta limpiando la otra escuadra de la portería de Sergio. En un pispás, el Madrid había desarmado al Celta, hasta ese momento atrevido y dispuesto a dar guerra. Con Brais, el futuro celeste, algo tímido, Maxi Gómez venía a recibir y había tenido la opción de empatar. Pero a Zidane le quedaba otra buena noticia que recibir: los reflejos de Keylor. El costarricense mostró también su buena cara, esa que le da la razón al técnico en la defensa del guardameta. Le sacó un gran cabezazo a Wass y no tuvo mucho más trabajo que hacer tras el descanso.
Achraf se irá de vacaciones con un buen sabor de boca. Tiene velocidad y muy buenas condiciones. Partidazo el suyo, aunque tendrá que terminar de hacerse futbolista. Mayoral asistió a Kroos en el sexto, empeñado en sacar petróleo de cada minuto que le ofrecen. El Celta ya estaba rendido, pero para el canterano cualquier pequeño detalle suma. Ya habrá tiempo para esa y otras muchas cuestiones. Ahora, sólo importa lo de Kiev, el sábado clave, el de verdad, después de otro previo y tranquilo en el campo del Villarreal.
– Ficha técnica:
6 – Real Madrid: Keylor Navas; Achraf, Nacho, Varane, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric, Isco (Marco Asensio, m.64); Bale (Lucas Vázquez, m.71) y Benzema (Borja Mayoral, m.64).
0 – Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Sergi Gómez, Roncaglia, Jonny; Wass, Lobotka, Jozabed (Radoja, m.71), Brais Méndez; Lucas Boyé (Pablo Hernández, m.46) y Maxi Gómez.
Goles: 1-0, m.13: Bale. 2-0, m.30: Bale. 3-0, m.32: Isco. 4-0, m.52: Achraf. 5-0, m.74: Sergi Gómez, en propia puerta. 6-0, m.81: Kroos.
Árbitro: González Fuertes (colegio asturiano). Amonestó a Hugo Mallo (84) por el Celta.
Incidencias: encuentro correspondiente a la trigésima séptima jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 56.474 espectadores.
