El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha considerado en su vista a Burgos que «hay actos que son más bonitos y que reconfortan personalmente a uno cuando se dedica a la actividad pública», pero que también «hay otras de las que no me acuerdo ni quiero acordarme». Sin detallar que aspectos concretos le disgustan en un momento en el que el Gobierno y el partido que preside tiene tantos frentes abiertos, Rajoy se ha volcado con lo positivo aegurando por ejemplo que los actos del VIII Centenario de la Catedral de Burgos, que se celebrarán en 2021, son «una cuestión de Estado».
Rajoy ha alabado el desarrollo en los últimos años de la ciudad del Cid tras la firma del protocolo de colaboración entre el Ministerio de Educación, la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento y la Universidad para la rehabilitación del antiguo hospital de la Concepción, que compartirán la institución académica burgalesa y el Archivo Histórico Provincial de Burgos en este histórico edificio del siglo XVII.
Ha sido al referirse a esos dos acuerdos cuando ha considerado que demuestran que «el diálogo, el trabajo conjunto y la colaboración institucional son el mejor instrumento para mejorar la vida de la gente, para dinamizar las ciudades y para compartir, todos juntos, un proyecto de nación».
Rajoy ha ensalzado igualmente la historia y raíces comunes de todos los españoles, que considera que, desde la pluralidad, la libertad y el respeto a las diversas manifestaciones artísticas y culturales del país, hacen una sociedad más fuerte, «unen y enriquecen»
