“El 155 sólo sirvió para cesar al ‘Govern’ y convocar elecciones”

Se enfrenta a una nueva sanción disciplinaria por calificar a sus mandos de “golpistas” y llamar “Genestapo” a la Generalitat de Cataluña. Inmaculada Alcolea (Barcelona, 1969) es uno de los agentes de los Mossos d’Esquadra que denuncia públicamente la actuación de la Policía Autonómica ante el desafío independentista y está sufriendo por ello las consecuencias en forma de expedientes. De baja por “depresión”, ya pesa sobre ella una suspensión de siete meses de empleo y sueldo y ahora se le acaba de incoar otro por injuriar presuntamente a sus superiores en un acto organizado por Sociedad Civil Catalana el pasado mes de febrero en Girona.

En conversación con El Independiente, esta cabo -licenciada en Derecho por la Universidad de Zaragoza y enrolada en el Cuerpo desde hace 21 años- critica la tibieza del Ministerio del Interior en la aplicación de medidas al amparo del artículo 155 de la Constitución y denuncia la “persecución política” de la División de Asuntos Internos hacia funcionarios como ella que se han significado abiertamente en contra del procés. “No me siento orgullosa de pertenecer a los Mossos”, sentencia.

PREGUNTA.-¿Se reafirma en que los mandos de los Mossos d’Esquadra son unos “golpistas”?
RESPUESTA.-Diría que son presuntos golpistas. A los hechos me remito, están investigados por delitos de sedición. No estoy diciendo nada que no haya salido en los medios de comunicación. Insisto, diría lo mismo pero añadiendo el ‘presunto’.

P.-¿Y que la Generalitat es la “Genestapo”?

R.-Me reafirmo absolutamente en que la Generalitat no tiene nada ni de imparcial ni de neutral. Tenemos un golpe de Estado ‘no violento’ dentro de las instituciones de la Generalitat. Hace tiempo que la llamo Genestapo. Aquí sí que me reafirmo y no utilizo el presunto. Lo que no puede ser es que entres en un departamento de la Generalitat y te encuentres lacitos amarillos y fotografías de Forn, Trapero… En su casa que tengan la ideología que quieran, como yo tengo la mía.

P.-¿Le ha sorprendido la apertura de un nuevo expediente por esas manifestaciones?
R.-No, no. En absoluto; lo estaba esperando. La División de Asuntos Internos está llevando a cabo una persecución política. Y cuando alguien se le pone entre ceja y ceja… Esta vez he sido yo.

P.-Usted se queja de que hay una “doble vara de medir” y que se persigue a los agentes que no se han significado por apoyar el procés
R.-Por supuesto. Hay mossos que están en las redes sociales insultando a políticos, jueces e incluso al Rey y a ninguno se le ha aplicado una medida cautelar tan gravosa como la de suspensión de empleo y sueldo que acordaron para mí. Tienen una manera de actuar completamente diferente con los agentes contrarios al proceso secesionista y con los mandos denunciados penalmente por sedición.

P.-Se refiere al ex mayor Josep Lluís Trapero, procesado por dos delitos de sedición y contra el que no se ha adoptado ninguna medida cautelar…
R.-Es inaudito que a Trapero no se le haya aplicado ninguna medida cautelar como a otros mossos que están también en la vía penal. Es un agravio comparativo basado en nuestro pensamiento político, simplemente porque una persona está a favor de la secesión de Cataluña y la otra no. Si la División de Asuntos Internos de los Mossos trabajase con la imparcialidad y la neutralidad obligadas habría tenido en cuenta seis pruebas que presenté dando fe que yo no insulté a Puigdemont en mi red social. Hay falta de control en las actuaciones de Asuntos Internos y los agentes tenemos falta de garantías en los expedientes disciplinarios.

P.-¿Se va a presentar el 9 de mayo al trámite de alegaciones para el que la han emplazado?
R.-No, no, no. Que sigan ellos con su expediente y que lo acaben lo antes posible para que yo pueda acudir a la vía judicial y no me tengan otros 13 meses más investigando no sé sabe qué. Según la División de Asuntos Internos, he cometido una falta de respeto a las instituciones de la Generalitat, que se ha ganado a pulso la falta de respeto que le tenemos yo y la mitad de la población catalana. Todos fuimos testigos de cómo el Parlamento de Cataluña, con su Gobierno al frente, anuló a principios de septiembre la Constitución y el Estatuto de Autonomía, que son las normas que regulan la convivencias entre los españoles. Llevamos muchos años sufriendo esta situación, porque los gobiernos -tanto del PP como del PSOE- han dejado la mano abierta a los nacionalistas.

P.-¿Le sorprende que la incoación del expediente disciplinario haya sido mientras el Ministerio del Interior ostenta las funciones en Cataluña en aplicación del artículo 155?
R.-En absoluto me sorprende. Considero que el PP está ahora mismo en una situación de debilidad y cobardía. Tiene tantos problemas internos que el 155 está siendo para ellos un paseo. El señor Puigserver [secretario general técnico del Ministerio del Interior] está viniendo por Cataluña un par de días a la semana, como me ha dicho su secretaria. Es imposible hablar con él. Yo le escribí una carta informándole de mi situación disciplinaria y me respondió por error que mi expediente se había abierto por una infracción muy grave, cuando estaba catalogada como grave, y alegaba la imparcialidad del instructor de la División de Asuntos Internos. Este señor vive en Madrid y de vez en cuando pasa por Barcelona. Es inaudito que dentro del Departamento de Interior de la calle Diputación de Barcelona haya colgados carteles pidiendo la libertad de los presos, fotografías de Puigdemont… Y eso está donde él trabaja dos días a la semana.

P.-Es gravísimo lo que está diciendo…
R.-La gravedad la determina usted. Yo expongo cuál es la situación según veo en los medios de comunicación. Yo no he ido a ese departamento, pero sé de otras personas que lo han hecho y es vox pópuli.

P.-¿Ha echado en falta más contundencia por parte del Ministerio del Interior en la aplicación del 155?
R.-¿El 155? No sé cuándo ha sido aplicado. Yo le llamo el 0,0000155. Básicamente ha consistido en destituir al Govern y convocar elecciones. Ése ha sido el 155. No hay más.

P.-Le preguntaba específicamente en materia de Interior…
R.-No ha habido absolutamente ningún cambio. De hecho, el interior de las comisarías está empapelado con fotos de Puigdemont, hay lazos amarillos en las taquillas de agentes independentistas… No se ha notado en absoluto. Eso sí, los jefes han limpiado sus perfiles de Facebook de ideología nacionalista. Alguien les ha debido avisar. Los más valientes, sin embargo, mantienen sus esteladas.

P.-¿Qué cree que puede ocurrir con los agentes que se han señalado por no apoyar el proceso secesionista cuando haya un nuevo Gobierno sustentado por formaciones partidarias de la independencia y se levante el 155?
R.-Seremos los mártires. Parece que no quieren desarrollar la disposición adicional cuarta de la Ley de Régimen de Personal de la Policía Nacional para que pudiéramos trasladarnos a ese Cuerpo porque el Ministerio del Interior espera que seamos los que le pasemos cualquier tipo de información para tener controlada la seguridad pública. A ellos no les importa nuestra vida. Los agentes que nos hemos desmarcado de este proceso vamos a ser los mártires, los que vamos a vivir mal y los que vamos a estar perseguidos. Ellos consideran que es lo mejor para España. Hay muchos más agentes, no solo yo, que quieren salir del Cuerpo de Mossos d’Esquadra hacia la Policía Nacional. No nos sentimos representados en un grupo que no comulga ni con la Constitución, ni el Estatuto de Autonomía, ni las resoluciones judiciales.

P.-¿No alberga ninguna esperanza de que se pueda desarrollar el reglamento que habilite la pasarela profesional que permita el paso a la Policía Nacional o la Guardia Civil?
R.-No. En absoluto. Nos dan largas y nos dicen que ahora no es el momento. Que se hayan convocado 2.900 plazas en el Cuerpo Nacional de Policía y que nadie quiera ir a Cataluña no consideran oportuno que nosotros, sabiendo que somos leales a España y a la Constitución, salgamos de un cuerpo sedicioso porque no quieren tener aquí dentro a todos los independentistas. Entonces tendrías a toda una seguridad pública de una comunidad autónoma en contra de la nación. Un tanto por ciento se ha desmarcado de este proceso secesionista en los Mossos, pero hay mucha gente que por miedo a la División de Asuntos Internos y a su mala praxis sigue escondida.

P.-¿Cómo vivió el 1-O?
R.-Con muchísima ansiedad y estrés todos los días anteriores y posteriores, ya no sólo por lo que suponía por mi expediente sino por la situación de extrema gravedad que tenemos en Cataluña. Yo no sé si España se da realmente cuenta de lo que vivimos en Cataluña, sino de la gravedad de lo que supone este momento para la Historia de España.

P.-¿Trabajó aquel día?
R.-No, estaba de baja.

P.-¿Se ha llegado a plantear abandonar y pedir la desvinculación del Cuerpo?
R.-Sí.

P.-¿Por qué no lo ha hecho?
R.-Llevo 21 años en el Cuerpo y no me voy a ir con una mano delante y otra detrás. Me voy a ir por la puerta grande, sea con una oposición ganada en el Estado o por el traspaso a la Policía Nacional o la Guardia Civil en el momento en que el Gobierno tenga agallas para abrirnos esa pasarela. No hace falta ni salir de Cataluña.