Marta Rovira anuncia que no comparece en el Supremo y que se marcha de España

Marta Rovira, secretaria general de ERC e imputada por el procés, ha anunciado este viernes que no acudirá a declarar al Tribunal Supremo, donde estaba citada, y que se marcha de España. A través de una carta pública, la dirigente ha afirmado que emprende «un camino duro que, desgraciadamente, tantos otros que me preceden han tenido que coger». «El camino del exilio», ha apostillado la líder independentista, antes de añadir: «Siento tristeza, pero mucho más triste ha sido vivir silenciada».

Rovira, a la que la Guardia Civil sitúa en el «comité estratégico» del intento de secesión, es la única de las personas investigadas en libertad bajo fianza que no tenía el pasaporte retirado. Sobre ella pesaba una fianza de 60.000 euros y la obligación comparecencias cada 15 días. «No puedo ocultar la profunda tristeza que siento al alejarme de tanta gente que quiero. De tantas luchas compartidas durante tantos años con personas a las que mueve un único objetivo: cambiar la sociedad donde viven. Hacerla más justa», continúa la misiva.

«Siento tristeza, pero mucho más triste habría sido vivir silenciada interiormente. Sentir mi libertad de expresión censurada por unos tribunales que intimidan y que aplican criterios políticos. Cada día y cada hora sentía mi libertad limitada por amenazas judiciales arbitrarias. No me sentía libre. No me reconocía. Estas últimas semanas he vivido dentro de una prisión interna», apostilla la carta de Rovira.

El anuncio de la dirigente de ERC se ha conocido mientras se celebraba el pleno del Ayuntamiento de Barcelona, informa Clara Blanchar. La alcaldesa, Ada Colau, ha interrumpido la sesión para lamentar que no es la primera vez que se celebra en paralelo a otros momentos «cruciales» de la política catalana y ha mostrado su solidaridad con los concejales de PDeCat y ERC, que no han podido reprimir las lágrimas cuando han conocido que Rovira abandona el país. «Los compañeros de ERC lo están pasando mal. Rovira ha anunciado que está en el exilio y lo tenía que mencionar», ha añadido Colau, apenas unos minutos después de que se haya difundido la carta.

El expresidente catalán Carles Puigdemont ha asegurado que no conocía con antelación la decisión de Rovira, pero considera que ha sido «una buena decisión» y que es una buena oportunidad para «poner el énfasis en esta anomalía enorme que hay en el Estado», en referencia a la presencia de líderes políticos en el extranjero o en prisión. «Hay gente en la cárcel solo por sus ideas políticas», ha incidido Puigdemont desde Helsinki, donde se encuentra de viaje, informa Ivanna Vallespín. Igualmente, el expresidente ha cargado contra el Gobierno y la justicia española: «Estamos en un régimen autoritario que no respeta las decisiones del pueblo catalán. Tampoco hay separación de poderes. No es normal que un juez haga política y cambie los resultados de unas elecciones».

«El exilio será un camino duro, pero es la única forma que tengo de recuperar mi voz política. Es la única forma que tengo de levantarme en contra del Gobierno del PP, que persigue todo el que está a favor de votar y que a castiga cualquiera que intenta cambiar lo preestablecido y lo establecido», prosigue Rovira en su mensaje, que añade: «Os quiero decir una última cosa. No dejéis que el rencor se apodere de vosotros. El análisis de una realidad antidemocrática y profundamente injusta no debe dar paso al resentimiento. Contra nadie. Contra nada. Solo desde el respeto y del amor hacia todos los ciudadanos y todas las opiniones conseguiremos cambios radicales y profundos. Solo desde el trabajo conjunto lograremos una República para todos».

“Hoy emprendo un camino duro, un camino que, desgraciadamente, tantos otros que nos preceden han tenido que coger. El camino del exilio”. Así comienza la carta que este viernes ha hecho pública Marta Rovira, secretaria general de ERC e imputada por el procés, que hoy no ha acudido al Tribunal Supremo, donde el juez Pablo Llarena la había citado a declarar.

Rovira miente: no se exilia, se fuga.

La líder de ERC intenta en su misiva presentar a España como un país en el que “la libertad de expresión es censurada” y donde “los tribunales intimidan y aplican descaradamente criterios políticos”. Sin embargo, Rovira, a la que la Guardia Civil sitúa en el “comité estratégico” del intento de secesión, no está siendo procesada por defender políticamente la independencia de Cataluña sino como presunta culpable de un delito de rebelión por su papel en la celebración del referéndum ilegal del 1-0 y la posterior declaración unilateral de independencia, un delito para cuyos líderes el Código Penal estipula penas de prisión de entre 15 y 25 años.

Aunque el exilio puede interpretarse literalmente como la simple “separación de una persona de la tierra en que vive”, Rovira alude en su carta a una “expatriación por motivos políticos” encaminada a presentarla como víctima de un sistema dictatorial que reprime a quienes mantienen posiciones políticas distintas a las del Gobierno. Los nueve diputados de ERC en el Congreso desmienten tal interpretación: todos ellos defienden la independencia de Cataluña sin el menor riesgo de ser procesados por los tribunales, puesto que España, firmante de todas las convenciones sobre Derechos Humanos y libertades de Naciones Unidas y de la Unión Europea, garantizan la libertad de expresión.

Por lo tanto, Marta Rovira no se exilia para poder ejercer libremente su libertad de expresión —“no me sentía libre, no me reconocía”, afirma en su carta— sino que huye para eludir las posibles consecuencias judiciales de sus actos. Y se suma así a la lista de huidos que encabeza el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y de la que también forman parte los exconsejeros Meritxel Serret, Antoni Comín, Lluís Puig y Clara Ponsatí y la exportavoz de la CUP Anna Gabriel.