Ni el British School ni el Liceo Francés: Oriente Medio apuesta por un colegio español

El British School, el American School, el Liceo Francés, la escuela italiana, la alemana…Son algunas de las marcas educativas elegidas para que hagan su aterrizaje en cualquier país del mundo e impregnen los sistemas locales con su experiencia y contenidos.

Pero poco se habla en este club selecto de la marca España… Hasta que Catar decidió apostar por ella. Este pequeño pero riquísimo país de Oriente Medio quiere convertirse en un referente educativo de la región. Una muestra de ello es el esfuerzo (y el dinero) que dedican a organizar el imponente congreso Wise, en el que cuentan con referentes educativos del mundo entero. Otra pista es el enorme mapa dentro de Doha (la capital) que forma el conjunto de colegios y universidades cobijados para el nombre de «Ciudad de la Educación». En Doha pueden verse auténticas réplicas de colegios y universidades de otros países. En mitad del desierto y el sol abrasador se alzan enormes edificios de prestigiosas instituciones que imitan a los mejores campus del mundo.

En este entramado aparece la institución educativa SEK. Nacida en Madrid en 1892, esta comunidad que incluye colegios y a la Universidad Camilo José Cela, apuesta por un aprendizaje internacional, innovador, centrado en el descubrimiento, en el «aprender haciendo», conectado con los intereses de los niños.

En 2013, el gobierno catarí se puso en contacto con esta institución para llevarla a su país. «Nos llamó mucho la atención la visión de Catar acerca de cuál quería que fuera su red de colegios. Le han dado importancia al español y eso nos da mucho orgullo», explica Nieves Segovia, presidenta de la Institución Educativa SEK.

El colegio SEK de Catar tiene todos los niveles (hasta Secundaria) y cuenta con 500 alumnos, aunque prevén que se llegue en los tres próximos años a los 600. Las aulas cuentan con un programa internacional en el que la estrella es el español (aparte del inglés y el árabe).

En una única aula, alumnos de todo el mundo

Además, para los alumnos españoles se imparten clases de Literatura española e Historia, mientras que los cataríes aprenden Historia de Catar, Estudios Islámicos y el árabe.

Pese a estas diferencias, se intenta que en las aulas convivan alumnos de todos los países del mundo -«tenemos unas 60 nacionalidades»- para reforzar la idea que el colegio tiene sobre la internacionalización. «Queremos que haya alumnos de todos los países y no solo españoles, cataríes o más preponderancia de una nacionalidad sobre otra», explica Segovia.

La idea es poder llegar con el sistema español a otros países de Oriente Medio. Este sistema marca España ya funciona con éxito en Irlanda y Francia.