La afición británica tiene un nuevo ídolo. Cameron Norrie lleva un año como profesional y el cuarto punto de esta Copa Davis fue su segundo partido en tierra batida. En frente estuvo Albert Ramos, que aguantó el desarrollo físico del británico y supo llevarse un encuentro igualado, con muchas rupturas de servicio y que se fue por encima de las 3 horas 45 minutos. Hicieron falta dos «tie breack» para quebrar la confianza del debutante en Copa Davis. Norrie supo reaccionar en el primer set, dominó en el segundo y amenazó con una nueva hazaña, pero Albert Ramos no desfalleció, supo tener templanza en los momentos duros y resolver en la muerte súbita. En el cuarto set fue un rodillo, que no dio opción al británico.
Arrancó bien el cuarto punto de la eliminatoria de Copa Davis para España. Cameron Norrie empezó frio. Le costó entrar en el partido. Cuando se quiso dar cuenta Albert Ramos estaba con 4-0 arriba. Fue cuando el británico comenzó a creer. Consiguió el 4-1, pero el español respondió con una la tercera ruptura de servicio en la primera manga. A partir de ahí se creció el británico. Con 5-3 y en el noveno juego tiró de su incansable persistencia. En el noveno juego y con iguales a 40, en un punto largo, lleno de clase y pundonor levantó a la afición de sus asientos. Al final, Norrie puso el 5-4 en el marcador y siguió hasta remontar con un 5-6. Ramos respondió con el 6-6 y el partido se fue a un igualado «tie breack» que se decantó para el español por 7-6 (1-0).
El segundo parcial fue otra historia. Norrie desplegó su mejor tenis. Corría y golpeaba con calidad. Ambos llegaron 2-2 al quinto juego. Fue cuando Ramos tuvo dos dobles faltas y se fue del partido. Rompió Norrie, que no parece un novato, y luego confirmó con un 2-4. Volvió a hacer un «breack» el británico para colocarse 2-5. En el siguiente juego, con el servicio a favor, el anglosajón aprovechó una de las dos bolas de set de las que disfrutó para poner el 2-6 en el marcador y mandar el partido a la tercera manga con un 1-1 en el luminoso.
En el tercer set se entonó Albert Ramos, que llegó a ponerse 3-0. Sin embargo, el británico volvió a remar a contracorriente. «Punto a punto», como reconoció tras su victoria ante Roberto Bautista el pasado viernes. Se puso 3-2 y con su servicio buscó la igualada. Reaccionó bien Ramos, aguantó el despliegue de Norrie, que quebró un segundo saque y colocó el 4-2, tras una bola a la red del joven británico. El anglosajón respondió con otra ruptura de servicio para el 4-3 y confirmó el 4-4 con su turno de saque. Volvió a poner las tablas tras un mal arranque. A esas alturas, ambos llevaban medio centenar de errores no forzados cada uno y el saque seguía sin suponer una ventaja.
Una bola al pasillo de dobles puso al español 5-4, pero Norrie respondió con un juego en blanco (5-5). La igualdad era absoluta entre Ramos, 21 del mundo, y el británico, en el 114 en su primer año como profesional. Empataban a cuatro «aces» y jugaban el 60 por ciento de sus puntos con segundo servicio. El set se fue al «tie breack» con 6-6. El español se puso 4-2 arriba en medio tensiones con el árbitro. Con 6-4, Ramos aprovechó su primera bola set para poner el 2-1 en el marcador por otro 7-6.
El cuarto set comenzó con un 5-1 de Albert Ramos con 3 horas y 26 minutos de juego sobre la tierra batida de Puente Romano en Marbella. El español no dio opción y metió la directa hacia el pase a cuartos de final de la Copa Davis, que será contra Alemania. Ya no servía el pundonor de Norrie, que veía como los intercambios caían del lado español. Intentó la remontada con el 5-2. Servía para ganar Ramos. Se sitúo con tres bolas de partido, rebosaba confianza el jugador de Mataró y en el primer envite cerró la eliminatoria, poniendo el 3-1 en el partido y en este primer cruce del Grupo Mundial, donde ha sido clave ganando el primer y cuarto partido.
