Sebastián Piñera: «Chile no puede caer bajo el comunismo, que siempre fracasa»

El que fuera presidente de Chile entre 2010 y 2014 se juega hoy su regreso a la cosa pública. Sebastián Piñera se enfrenta a la segunda vuelta de las elecciones del país andino contra el izquierdista Alejandro Guillier, que espera sumar el apoyo de los radicales del Frente Amplio, cercano a Podemos, para derrotar a Piñera. Lo que para el candidato del centro derecha se suponía iba a ser un mero trámite para regresar al poder se ha convertido en una ajustada batalla política. En la primera vuelta, Piñera, candidato de la coalición conservadora Chile Vamos, fue ganador de la primera vuelta con un 36,6 % de los votos, seguido del candidato oficialista Fuerza Mayoría, con un 22,8 %. Guillier cuenta con el apoyo del varios partidos de izquierda minoritarios espera convencer también al 20,2% del electorado del extremista Frente Amplio.

Por su parte, Piñera cuenta con el respaldo del candidato ultraderechista José Antonio Kast, que alcanzó un 7,9 % de los votos en la primera vuelta. El ex presidente y empresario es un político de derechas con un discurso de un fuerte calado social. En esta entrevista concedida a LA RAZÓN, Piñera asegura que sueña con que Chile vuelva a ser la perla de Latinoamérica, que el crecimiento regrese al país y que, según él, la sanidad y la educación sean el motor de una nación próspera que ha sido destrozada por el Gobierno saliente de Michelle Bachelet. No se plantea perder en los comicios de hoy, pero las encuestas no se lo sirven en bandeja de plata.

–Tras conocer los resultados de la primera vuelta, usted denunció que se habían producido una serie de irregularidades y votos marcados. ¿A día de hoy sigue manteniendo esta postura? ¿Hubo manipulación?

–Es una decisión que yo respeto, muchos medios oficialistas dijeron que hubo irregularidades, pero yo nunca he puesto en duda el resultado de las elecciones. Lo que he recordado es simplemente las informaciones que los primeros medios del país publicaron tras los resultados de la primera vuelta. Si el Gobierno aprovecha esta denuncia para atacarme es otra cosa. El problema es que tuvimos pocos apoderados y queremos vigilar nuestros votos.

–Los sondeos previos a la primera vuelta le daban un amplio margen de apoyo ciudadano, pero los resultados de su candidatura demostraron lo contrario ¿Usted esperaba más del 36% de votos que obtuvo el 19 de noviembre? ¿Teme que vuelvan a fallar las encuestas?

–Esperábamos más de un 40% y sí, en Chile las encuestas se han equivocado. Yo siempre dije públicamente que esta elección no se resolvería en la primera vuelta y que se iba a ganar con un margen estrecho en segunda. Lo que tengo claro es que vamos a ganar porque los chilenos ven cómo cada día se destruyen empleos, la situación económica y son conscientes del auge del narcotráfico y de los problemas de sanidad. Yo creo que los chilenos no quieren seguir por este camino y el cambio lo representamos nosotros. Además Alejandro Guillier, el candidato de la presidenta Michelle Bachelet, es una persona muy de izquierdas y que está controlado por el partido comunista diría yo. Y ese camino, en cualquier punto del mundo donde se ha aplicado, no ha funcionado.

–La presidenta saliente, Michelle Bachelet, ha negado el intervencionismo durante la campaña. ¿Cree qué se ha implicado demasiado en estas elecciones para ayudar a su delfín Guillier?

–Lo que establece la ley es que los candidatos deben ser tratados de la misma manera. Por este motivo lo que me parece mal es que, por ejemplo, han llegado emails a los funcionarios pidiendo que voten por Guillier. De igual modo, veo a los ministros de su Gobierno influyendo en las elecciones en vez de preocuparse de los problemas de los chilenos. Ellos se preocupan más por la elección que por los ciudadanos.

–Usted ha asegurado en diversas ocasiones que las cosas gratis generan menos compromiso. ¿Cuál es su plan para la sanidad y la educación en el país?

–Desde mi partido siempre dijimos que no queríamos que ningún chileno se quedará sin acceso a los estudios superiores. También hemos asegurado que ninguna familia se quedará sin su sueño, el de tener un hijo profesional. ¿Qué hicimos cuando estuve al frente del Gobierno? Pues mire, rebajamos la tasas de interés que pagan los estudiantes del 7% al 2%, cuando piden créditos para las universidades. Y, además, retrasamos el pago. Hasta que los estudiantes no terminan sus estudios, no tienen que abonar ninguna cantidad. También aumentamos las becas. Es decir, hemos hecho más que todos los anteriores gobiernos. De igual modo nos volcamos en los centros técnicos donde están los estudiantes más necesitados. Por este motivo, digo que vamos a mantener la gratuidad a todos los que ya la tienen y la merecen, y la vamos a aumentar a los institutos técnicos. Respecto a la sanidad, nos vamos a asegurar de que ninguna persona mayor se quede sin atención médica y, además, vamos a crear un seguro universal para casos catastróficos de salud, para que no arruinen a ninguna familia. También vamos a aumentar las pensiones, sobre todo las básicas y las de las mujeres. Subiremos las aportaciones. Este plan conlleva una inversión de 14.000 millones de dólares. Lo vamos a financiar potenciando el crecimiento de Chile. Si conseguimos aumentar un punto el crecimiento unos años, obtendremos 7.000 millones más. El otro punto es la austeridad. Hay planes que no sirven. Hay que diseñar otros que mejoren los sueldos y la productividad mediante capacitación.

–Teme la movilización de las fuerzas de izquierdas contra su candidatura ¿Confía en su victoria hoy?

–Vamos a buscar el apoyo de los chilenos que quieren un país unido. Que desean avances reales. Ellos son los que nos van a dar la elección.

–¿Es ésta su última oportunidad? ¿Si pierde las elecciones se retirará de la primera línea política?

–No me planteo perder. Si quisiera una vida más cómoda no estaría en esta campaña. No hay mejor experiencia que haber sido presidente. Ahora soy mejor que en mi anterior mandato y quiero demostrarlo durante los próximos cuatro años. Al igual que cuando nos tocó reconstruir el país después del terremoto de Concepción, ahora nos toca reconstruir el gobierno y que Chile vuelva a ser el país que más crece en América Latina.

–Usted ha sido uno de los políticos más duros con el presidente de Venezuela Nicolás Maduro. No sólo ha hablado abiertamente de una dictadura, sino que también ha condenado públicamente las violaciones de derechos humanos en Venezuela. ¿Es necesario una mayor presión de los países suramericanos contra la deriva autoritaria del chavismo?

– Los países de América Latina no pueden permanecer indiferentes ante la tragedia que se vive en Venezuela. A lo mejor la solución pasa por darles una salida a los que están en el Gobierno. Los instrumentos que tenemos no son muy poderosos, como por ejemplo la cláusula democrática. Venezuela se está condenando en la OEA , ya está fuera del Mercosur. Uno querría influir, ¿pero qué instrumento tiene mientras se mantenga esa unidad monolítica del Gobierno y las Fuerzas Armadas? La única salida es darle una vuelta al proceso de transición, como se hizo en Chile, donde se llegó a un acuerdo.