48 horas para renovar el contrato: los detalles ocultos de la ruptura entre Ferrero y Alcaraz

El problema contractual fue la principal razón que desencadenó la crisis entre los dos profesionales

A pocos días de la separación entre Juan Carlos Ferrero y Carlos Alcaraz se sigue hablando de las razones de esta ‘rara e improvisa’ ruptura. La colaboración deportiva había comenzado en 2018, cuando la estrella de Murcia todavía era una promesa de este deporte. Últimamente, se había hablado de diferencias económicas también, aunque en las últimas horas las dudas y las informaciones han llevado el camino a otro lado: la renovación.

La causa de la separación entre Juan Carlos Ferrero y Carlos Alcaraz no fue deportiva, sino contractual. Las conversaciones para renovar su vínculo profesional terminaron por quebrar una de las asociaciones más exitosas del tenis actual, la que unía al técnico más prestigioso del circuito con el actual líder del ranking masculino.

Ferrero recibió la propuesta definitiva a primera hora del sábado pasado, acompañada de un ultimátum claro: disponía de solo 48 horas para aceptarla o descartarla. Al analizar el contenido, el entrenador valenciano se encontró con varias condiciones que consideró inaceptables y difíciles de asumir.

El aspecto puramente económico, pese a contemplar una reducción significativa de sus honorarios, no fue el principal escollo para alcanzar un acuerdo. Los mayores desacuerdos surgieron en cláusulas ajenas al trabajo estrictamente deportivo. Durante la última temporada, Carlos Alcaraz obtuvo ingresos por valor de 18,8 millones de dólares, cifra que eleva sus ganancias acumuladas a 57,5 millones desde que inició su trayectoria profesional.

El límite para dar una respuesta expiraba el lunes por la mañana. Dos días después, el miércoles, se hizo pública la ruptura definitiva de una relación profesional que se había mantenido intacta desde 2018. Un hecho que ya sonaba inusual era que, de forma habitual, Juan Carlos Ferrero solía renovar su vínculo profesional con Carlos Alcaraz temporada tras temporada. Sin embargo, al finalizar 2025, esa renovación no llegó en los plazos habituales. La demora inicial desencadenó una cadena de acontecimientos que, lejos de calmarse, se precipitó hasta culminar en una separación definitiva.

En la práctica, el entrenador que durante siete temporadas acompañó la transformación de un adolescente en una de las figuras más exitosas de la historia del tenis, con seis títulos de Grand Slam y el liderazgo del ranking mundial, tuvo que esperar dos semanas para recibir una oferta de continuidad. Cuando finalmente la obtuvo, apenas contó con un margen de dos días para analizarla y poner su firma. Ferrero planteó una contrapropuesta clara, que fue rechazada. Ahí se cerró todo: no hubo espacio para prolongar las conversaciones o, quizás, nunca existió una verdadera voluntad de hacerlo.

Además, la relación entre Ferrero y el padre del tenista arrastraba tensiones desde hacía tiempo, un desgaste acumulado que terminó pesando en el desenlace. De cara al futuro inmediato, surge la pregunta: ¿qué camino tomará ahora Ferrero?

Las dudas de Toni Nadal: «Es un problema contractual o personal»

Toni Nadal, preparador español, ha reconocido que le resultó inesperada la separación entre el tenista Carlos Alcaraz y quien hasta ahora era su entrenador, Juan Carlos Ferrero. A su juicio, la causa de esta decisión no estaría relacionada con el rendimiento deportivo, que califica de claramente satisfactorio a lo largo del tiempo que trabajaron juntos, sino que apuntaría más bien a cuestiones de índole personal o a desacuerdos de tipo contractual.

El tío de Rafael Nadal también ha puesto el acento en la complejidad que implica la relación entre un jugador y su técnico. Según explicó, con el paso del tiempo el entrenador deja de tener un dominio absoluto de la situación y se ve obligado a compartir cada vez más las decisiones. “Al principio corriges ciertos detalles, luego hay momentos en los que ya consideras que algunas cosas sobran”, señaló. En cualquier caso, insistió en que el problema no radica en el aspecto tenístico, ya que los resultados avalan el trabajo realizado. Para Toni Nadal, la labor de Ferrero fue irreprochable, y la ruptura responde únicamente a factores personales o contractuales, no a cuestiones deportivas.