«El silencio de quienes mueren de hambre grita en la conciencia de todos», ha advertido en el Día Mundial de la Alimentación, donde ha coincidido con la Reina
El Papa León XIV ha denunciado este jueves que se utilice el hambre «como arma de guerra» y ha señalado que da la impresión de que «nos hemos convertido en testigos abúlicos» de un panorama mundial «desolador». Porque permitir que millones de personas sufran hambre en el mundo es «un fracaso colectivo», «un clamor que sube al Cielo» y que requiere una respuesta urgente.
«Alcanzar el hambre cero solo será posible si existe una voluntad real, y no solo solemnes declaraciones», ha manifestado. Además, el Papa ha denunciado la «economía sin alma» y ha manifestado que «el silencio de quienes mueren de hambre grita en la conciencia de todos».

El Papa, durante su intervención en el Día Mundial de la Alimentación, con la Reina sentada en primera fila EFE
El Santo Padre ha hecho este llamamiento durante su intervención en el Día Mundial de la Alimentación, organizado por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que este año celebra su 80 aniversario. En el acto ha coincidido con la Reina Doña Letizia, que ha aplaudido el conmovedor discurso del Pontífice.
Durante su intervención, el Papa ha afirmado que «en un tiempo en el que la ciencia ha alargado la esperanza de vida, la tecnología ha acercado continentes y el conocimiento ha abierto horizontes antes inimaginables, permitir que millones de seres humanos vivan y mueran golpeados por el hambre es un fracaso colectivo, un extravío ético, una culpa histórica».
Economía sin alma
En un discurso pronunciado en español e inglés, León XIV ha calificado de «sumamente triste» que 673 millones de personas en el planeta, entre estas muchos niños, «se van a la cama sin comer». «Esto no es casualidad, sino señal evidente de una insensibilidad imperante, de una economía sin alma, de un cuestionable modelo de desarrollo y de un sistema de distribución de recursos injusto e insostenible».
El Papa ha agradecido los proyectos que la FAO implementa en todo el mundo para mejorar la agricultura y la nutrición pero ha advertir que solo se podrá erradicar el hambre «si existe voluntad real». «No podemos limitarnos a proclamar valores. Debemos encarnarlos. Los eslóganes no sacan de la miseria», subrayó.
«Detrás de cada uno de esos números hay una vida truncada, una comunidad vulnerable; hay madres que no pueden alimentar a sus hijos. Quizá el dato más conmovedor sea el de los niños que sufren la malnutrición, con las consecuentes enfermedades y el retraso en el crecimiento motor y cognitivo», aseveró.
El Papa recordó a aquellos que están «condenados a la muerte y a la adversidad» en países en guerra o violencia como Ucrania, Gaza, Haití, Afganistán, Mali, República Centroafricana, Yemen o Sudán del Sur, donde «la pobreza se ha convertido en el pan de cada día». Y ha añadido que los numerosos conflictos de la actualidad «han hecho resurgir el uso de los alimentos como arma de guerra».
Pero el Santo Padre también ha criticado la indiferencia con la que el mundo asiste a esos dramas. «Contemplando el actual panorama mundial, tan penoso y desolador por los conflictos que lo afligen, da la impresión de que nos hemos convertido en testigos abúlicos de una violencia desgarradora, cuando, en realidad, las tragedias humanitarias por todos conocidas tendrían que instarnos a ser artesanos de paz».











