En Bielsa el visitante puede descubrir su Museo, recorrer rutas familiares como la del Circo de Pineta o ascender por la Pista de la Estiva hasta un mirador inolvidable
No todos los pueblos de Aragón pueden presumir de mantener vivo un carnaval tan antiguo y singular como este. Y menos aún hacerlo en un entorno natural privilegiado, enmarcado en uno de los cuatro valles que conforman el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Ese paraíso es Bielsa, lugar donde se abre el Valle de Pineta, considerado uno de los más espectaculares de Huesca, con el río Cinca, cascadas, praderas y vistas imponentes al Monte Perdido.
Pero Bielsa no es solo carnaval y montaña. El visitante también puede descubrir su Museo, que guarda memoria de la Bolsa de Bielsa y de la vida tradicional del valle, recorrer rutas familiares como la del Circo de Pineta, o ascender por la Pista de la Estiva hasta un mirador inolvidable.
QUÉ VER Y QUÉ HACER EN BIELSA
Además de disfrutar de las rutas y paisajes que ofrece el valle de Pineta, en Bielsa hay mucho más por hacer.
Museo de Bielsa
El Museo de Bielsa es uno de los grandes atractivos culturales del Pirineo aragonés. Ubicado en el interior de la Casa Consistorial, un edificio renacentista de 1565 recientemente restaurado, se ha convertido en parada imprescindible para quienes quieren conocer de cerca la historia, la tradición y la naturaleza de este valle del Sobrarbe.
La visita comienza en la planta baja, dedicada al entorno natural de la zona. Paneles informativos y fotografías permiten adentrarse en la riqueza de este ecosistema de montaña, con explicaciones sobre el clima, la flora, la fauna y el agua que marcan el modo de vida de los belsetanos. Aquí también se exhibe una colección de fotografías antiguas que forman parte del valioso archivo fotográfico del museo.
El primer piso se centra en la historia y cultura del valle de Bielsa, desde sus orígenes hasta tiempos recientes. El recorrido muestra cómo vivían sus habitantes a través de objetos, indumentaria, paneles interactivos y recursos digitales sobre agricultura, ganadería, minería, arquitectura o gastronomía.
Uno de los espacios más sobrecogedores es el dedicado a la Bolsa de Bielsa (1938), episodio clave de la Guerra Civil. Durante aquellos meses, la villa fue bombardeada por la aviación franquista debido a la resistencia de la 43ª División republicana, lo que provocó un éxodo masivo hacia Francia. Documentos originales, fotografías y armamento permiten comprender la magnitud de esta tragedia, acompañada de una proyección que revive uno de los momentos más duros de la historia de Bielsa. La segunda planta está dedicada a la casa tradicional pirenaica y al Carnaval de Bielsa, una de las fiestas más singulares de Aragón.
La entrada general al Museo de Bielsa cuesta 4 euros, mientras que las personas con discapacidad o los grupos (más de 10 personas) pagan 3,50 euros por persona.
El museo abre de martes a domingo, permaneciendo cerrado los lunes, salvo para visitas concertadas. Durante Semana Santa, verano, Navidad y otros periodos vacacionales, el horario es por las tardes, desde las 17.00 horas hasta el último pase a las 19.00 horas. El resto del año, se requiere concertar la visita con turismo de Aragón o mediante correo electrónico al Ayuntamiento de Bielsa.
Pista de la Estiva – Mirador de Monte Perdido
Uno de los grandes atractivos de Bielsa es la Pista de la Estiva, un recorrido de once kilómetros que parte desde el pueblo de Espierba y asciende por un entorno de bosques y praderas hasta alcanzar un mirador privilegiado. Desde allí se contempla el Monte Perdido en todo su esplendor, con su glaciar y el majestuoso circo de Pineta a los pies. Es una de las mejores panorámicas del Pirineo aragonés, y todo el entorno está protegido por la UNESCO como Reserva de la Biosfera, Patrimonio Mundial, Geoparque Sobrarbe-Pirineos y, por supuesto, parte del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
El acceso a la pista está regulado para preservar este espacio único. Es necesario adquirir una autorización de 3 euros por persona, disponible en una máquina expendedora situada en Bielsa o mediante el sistema online del Ayuntamiento.
La pista está en buen estado y resulta apta para turismos en gran parte del recorrido, aunque el último tramo presenta mayor pendiente y se recomienda el uso de un vehículo todoterreno, especialmente tras lluvias o nevadas. Es un lugar ideal para realizar paradas, disfrutar de la tranquilidad de las praderas alpinas y observar cómo la naturaleza marca el modo de vida tradicional de los belsetanos.
El Mirador de Monte Perdido en la Estiva es, sin duda, uno de los planes imprescindibles en Bielsa para quienes buscan combinar turismo cultural y de naturaleza.
Carnaval de Bielsa
El Carnaval de Bielsa, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional, es uno de los más antiguos y singulares de España. Cada año, a finales de febrero, el pueblo del Sobrarbe se llena de personajes ancestrales como las Trangas, las Madamas o el Amontato… Las Trangas son hombres disfrazados con pieles y grandes cuernos, que representan la fuerza y la fertilidad; recorren las calles asustando y buscando a las Madamas, jóvenes vestidas con faldas bordadas y cintas de colores que simbolizan la pureza.
Junto a ellos aparece el Onso, un oso salvaje encadenado que encarna la brutalidad de la naturaleza, siempre controlado por su domador. También destaca el Amontato, una figura cómica donde una mujer lleva a un hombre a la espalda, en clara sátira del poder femenino. Otros personajes como el Caballet, el Garreta o los misteriosos Goluchos completan un carnaval lleno de simbolismo, identidad y tradición.
La fiesta comienza con la confección y colocación de Cornelio Zorrilla, un muñeco de paja que preside los festejos hasta su quema final, como rito de purificación. A lo largo del fin de semana se celebran rondas, bailes y verbenas que atraen cada año a miles de visitantes, en 2025, el carnaval atrajo a más de 7 000 visitantes.
Valle de Pineta
El Valle de Pineta, en el corazón del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, es uno de los valles glaciares más espectaculares y accesibles del Pirineo aragonés. Con unas formas marcadas por la erosión glaciar y paredes verticales que superan los 2.000 metros de altura sobre el fondo del valle a unos 1.300 m de altitud, su grandiosidad crea una sensación de asombro inmediato.
Desde la carretera que une Bielsa con la ermita de Nuestra Señora de Pineta, el recorrido visual ofrece una enorme variedad de paisajes: frondosos bosques de abetos, pinos y hayas, praderas verdes, aguas heladas del río Cinca y cascadas espectaculares. En su cabecera se alzan los imponentes macizos de Monte Perdido, Marboré y Tres Sorores, junto al famoso Balcón de Pineta y el Lago Helado del Marboré, que redondean uno de los escenarios naturales más impresionantes de la cordillera.
Rutas como los Llanos de La Larri son perfectas para una excursión familiar entre cascadas y praderas. Quienes buscan algo más de esfuerzo pueden optar por el ascenso al Balcón de Pineta, una ruta de alta montaña con fuerte desnivel que regala vistas únicas al glaciar de Monte Perdido, o continuar hasta el Lago de Marboré.
La Ruta Circo Pineta es un recorrido de baja dificultad y para toda la familia. Con apenas 6 kilómetros de longitud y un trazado circular, rodea todo el circo glaciar de Pineta, ofreciendo paisajes increíbles en pleno Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Aunque al inicio hay una subida algo intensa, el resto del camino es mucho más suave, con un desnivel medio del 5 % que lo hace asequible para todas las edades.
El punto de partida se encuentra junto a la ermita de Nuestra Señora de Pineta, donde también está la zona de aparcamiento. Desde allí se comienza a caminar por un sendero boscoso entre hayas y robles, el tramo más exigente de la excursión. Una vez superada esa cuesta inicial, el terreno se abre y la ruta discurre por una pista amplia y cómoda, perfecta para disfrutar sin complicaciones.
La gran ventaja de esta ruta es que permite parar en rincones mágicos como los Llanos de La Larri, un espacio abierto donde los niños pueden correr y jugar mientras los adultos disfrutan de un merecido descanso. Desde allí, el camino continúa bordeando el circo, siempre con vistas espectaculares de las montañas y el valle.
El tramo final desciende suavemente hasta el río Cinca, que se cruza por un puente para regresar de nuevo al aparcamiento. En total, se recorren unas dos horas de paseo entre bosques, praderas y miradores naturales, en un entorno perfecto para descubrir en familia.
CÓMO LLEGAR A BIELSA
Desde Huesca
La forma más rápida de llegar a Bielsa desde Huesca es en coche. La carretera recorre unos 130 kilómetros y el trayecto dura aproximadamente 1 hora y 48 minutos.
Desde Zaragoza
Desde Zaragoza, la distancia por carretera hasta Bielsa es de unos 200 a 205 kilómetros, con un tiempo de viaje en coche de alrededor de 2 horas y 30 minutos.
Desde Teruel
El trayecto más largo es el que une Teruel con Bielsa. Son unos 380 kilómetros, unas 4 horas y 5 minutos en coche.