El viaje en tren más extremo del planeta (incluye suministro de oxígeno a los pasajeros)

Conocido como el Tren del Cielo, conecta la provincia china de Qining con el Tíbet en un espectacular viaje de casi dos mil kilómetros no apto para quienes sufran el mal de altura

Hay algunas hazañas de la ingeniería moderna que hablan por sí solas y muchas de ellas tienen que ver con la construcción de vías de ferrocarril para conectar lugares remotos del mundo. Es el caso del Ferrocarril Qinghai-Tíbet, también conocido como el Tren del Cielo, que cruza la Gran Meseta Tibetana para conectar la ciudad china de Xining, en la provincia de Qinghai, con Lhasa, la capital de la Región Autónoma del Tíbet, en las estribaciones de la cordillera del Himalaya.

El tren atraviesa mesetas heladas, pasos de montaña y zonas de permafrost a más de 5.000 metros de altitud

El Tren del Cielo no es un tren cualquiera. Además de ser el primero en conectar con el resto de China la Región Autónoma del Tíbet, es una de las experiencias ferroviarias más extremas del planeta. Un recorrido de más de 1.900 kilómetros que atraviesa mesetas heladas, pasos de montaña y zonas de permafrost a más de 5.000 metros de altitud.

El Paso de Tanggula

Mapa de la línea de ferrocarril por la Gran Meseta Tibetana.

Mapa de la línea de ferrocarril por la Gran Meseta Tibetana.John at English Wikipedia

La altitud es, precisamente, lo que convierte este trayecto en algo extraordinario. Porque esta línea incluye el Paso de Tanggula, que, con 5.072 metros de altura sobre el nivel del mar, lo convierte en la línea de ferrocarril más alta del mundo. También en este recorrido se encuentra el túnel de Fenghuoshan, de 1.388 metros de longitud, el túnel de ferrocarril más alto del mundo.

Los vagones están presurizados y equipados con un sistema de suministro de oxígeno similar al de los aviones

Para que los pasajeros que realizan este viaje puedan respirar con normalidad, los vagones están presurizados y equipados con un sistema de suministro de oxígeno similar al de los aviones. Además, cada asiento cuenta con una mascarilla de emergencia, por si fuera necesaria, y cada tren de pasajeros lleva siempre un médico a bordo.

Estación de tren de Lhasa, punto de llegada del ferrocarril más alto del mundo.

Estación de tren de Lhasa, punto de llegada del ferrocarril más alto del mundo.Getty Images

Inaugurado en 2006, este tren representa un antes y un después en la conexión del Tíbet con el resto de China. Su construcción fue un reto técnico sin precedentes: más de 500 kilómetros de vía sobre terreno permanentemente helado, temperaturas extremas, falta de oxígeno y zonas sísmicas. Los trenes fueron especialmente diseñados para entornos de alta elevación. Las locomotoras diésel fueron construidas por General Electric en Pensilvania y los vagones de pasajeros son de fabricación china.

Atentos al mal de altura

Ferrocarril QingZang en el Tíbet.

Ferrocarril QingZang en el Tíbet.Getty Images/Huang Lei

El viaje completo entre ambas ciudades dura unas 20 horas y ofrece paisajes inolvidables: yaks pastando en la estepa, lagos turquesa, picos nevados y monasterios budistas que aparecen a lo lejos. El tren dispone de coches cama, vagones con literas, restaurante y personal a bordo acostumbrado a atender a viajeros que podrían experimentar el mal de altura.

Una popular cantante folk tiene una canción dedicada a este viaje, titulada «Camino al Cielo»

El gobierno chino considera a este ferrocarril como una de las mayores hazañas en la historia moderna del país y se menciona a menudo en los programas de televisión regulares del régimen. De hecho, una de las cantantes de folk chino-tibetano más populares, de nombre Han Hong, tiene una canción llamada Tianlu (Camino al Cielo) en la que se alaba el Ferrocarril QingZang, como también es llamado.

Permiso especial

Palacio Potala en el Tíbet.

Palacio Potala en el Tíbet.Getty Images/WENBIN

En total, el ferrocarril Qinghai–Tíbet tiene parada en 44 estaciones y es hoy una arteria vital tanto para el transporte de mercancías como para el turismo; transporta a miles de personas cada semana a través de los altiplanos más increíbles de Asia. Si quiere realizar este trayecto (más bien, esta aventura), recuerde que para visitar el Tíbet es necesario contar con un permiso especial, que debe tramitarse a través de una agencia autorizada. Entonces podrá acceder de una manera única y diferente (y poco contaminante) a una de las regiones más inaccesibles y fascinantes del planeta, la región del Tíbet y el Himalaya.

, conecta la provincia china de Qining con el Tíbet en un espectacular viaje de casi dos mil kilómetros no apto para quienes sufran el mal de altura

Hay algunas hazañas de la ingeniería moderna que hablan por sí solas y muchas de ellas tienen que ver con la construcción de vías de ferrocarril para conectar lugares remotos del mundo. Es el caso del Ferrocarril Qinghai-Tíbet, también conocido como el Tren del Cielo, que cruza la Gran Meseta Tibetana para conectar la ciudad china de Xining, en la provincia de Qinghai, con Lhasa, la capital de la Región Autónoma del Tíbet, en las estribaciones de la cordillera del Himalaya.

El tren atraviesa mesetas heladas, pasos de montaña y zonas de permafrost a más de 5.000 metros de altitud

El Tren del Cielo no es un tren cualquiera. Además de ser el primero en conectar con el resto de China la Región Autónoma del Tíbet, es una de las experiencias ferroviarias más extremas del planeta. Un recorrido de más de 1.900 kilómetros que atraviesa mesetas heladas, pasos de montaña y zonas de permafrost a más de 5.000 metros de altitud.

El Paso de Tanggula

Mapa de la línea de ferrocarril por la Gran Meseta Tibetana.

Mapa de la línea de ferrocarril por la Gran Meseta Tibetana. John at English Wikipedia

La altitud es, precisamente, lo que convierte este trayecto en algo extraordinario. Porque esta línea incluye el Paso de Tanggula, que, con 5.072 metros de altura sobre el nivel del mar, lo convierte en la línea de ferrocarril más alta del mundo. También en este recorrido se encuentra el túnel de Fenghuoshan, de 1.388 metros de longitud, el túnel de ferrocarril más alto del mundo.

Los vagones están presurizados y equipados con un sistema de suministro de oxígeno similar al de los aviones

Para que los pasajeros que realizan este viaje puedan respirar con normalidad, los vagones están presurizados y equipados con un sistema de suministro de oxígeno similar al de los aviones. Además, cada asiento cuenta con una mascarilla de emergencia, por si fuera necesaria, y cada tren de pasajeros lleva siempre un médico a bordo.

Estación de tren de Lhasa, punto de llegada del ferrocarril más alto del mundo.

Estación de tren de Lhasa, punto de llegada del ferrocarril más alto del mundo. Getty Images

Inaugurado en 2006, este tren representa un antes y un después en la conexión del Tíbet con el resto de China. Su construcción fue un reto técnico sin precedentes: más de 500 kilómetros de vía sobre terreno permanentemente helado, temperaturas extremas, falta de oxígeno y zonas sísmicas. Los trenes fueron especialmente diseñados para entornos de alta elevación. Las locomotoras diésel fueron construidas por General Electric en Pensilvania y los vagones de pasajeros son de fabricación china.

Atentos al mal de altura

Ferrocarril QingZang en el Tíbet.

Ferrocarril Qing Zang en el Tíbet. Getty Images/Huang Lei

El viaje completo entre ambas ciudades dura unas 20 horas y ofrece paisajes inolvidables: yaks pastando en la estepa, lagos turquesa, picos nevados y monasterios budistas que aparecen a lo lejos. El tren dispone de coches cama, vagones con literas, restaurante y personal a bordo acostumbrado a atender a viajeros que podrían experimentar el mal de altura.

Una popular cantante folk tiene una canción dedicada a este viaje, titulada «Camino al Cielo»

El gobierno chino considera a este ferrocarril como una de las mayores hazañas en la historia moderna del país y se menciona a menudo en los programas de televisión regulares del régimen. De hecho, una de las cantantes de folk chino-tibetano más populares, de nombre Han Hong, tiene una canción llamada Tianlu (Camino al Cielo) en la que se alaba el Ferrocarril QingZang, como también es llamado.

Permiso especial

Palacio Potala en el Tíbet.

Palacio Potala en el Tíbet. Getty Images/WENBIN

En total, el ferrocarril Qinghai–Tíbet tiene parada en 44 estaciones y es hoy una arteria vital tanto para el transporte de mercancías como para el turismo; transporta a miles de personas cada semana a través de los altiplanos más increíbles de Asia. Si quiere realizar este trayecto (más bien, esta aventura), recuerde que para visitar el Tíbet es necesario contar con un permiso especial, que debe tramitarse a través de una agencia autorizada. Entonces podrá acceder de una manera única y diferente (y poco contaminante) a una de las regiones más inaccesibles y fascinantes del planeta, la región del Tíbet y el Himalaya.