Esta poza está situadas junto a una de las maravillas naturales de la comunidad
El verano en Aragón no sería lo mismo sin las pozas y piscinas naturales que salpican toda la comunidad, y que invitan a disfrutar de la naturaleza y refugiarse del calor en mitad de espectaculares paisajes.
Algunos de estos oasis refrescantes están situados en entornos únicos. Auténticos remansos de paz formados por saltos de agua o por la erosión de la roca, en algunos casos con formas tan sorprendentes que parecen hechas por el ser humano para disfrutar del baño.
Un oasis de aguas cristalinas en el Pirineo
Entre estas pozas ideales para el baño y con unas vistas que quitan el hipo, se encuentran las que para muchos son las mejores de Aragón, ubicadas en una localidad que es, además, la puerta de entrada a una de las maravillas naturales de la comunidad.
Hablamos de la poza del Molino, una piscina natural situada en la localidad de Torla-Ordesa, junto al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en aguas del río Ara. Uno de los mejores lugares para bañarse en los Pirineos.
El casco urbano de Torla es un ejemplo de arquitectura tradicional del Pirineo, con sus calles empedradas, la torre-campanario de la iglesia, y casas señoriales como Casa Oliván o Casa Viú.
Además, en Torla encontrarás alojamientos, restaurantes y toda clase de servicios, lo que lo convierte en la base perfecta para explorar el valle. Uno de los senderos más populares del Pirineo y que mejor te permitirá conocer el valle es el que parte desde la pradera de Ordesa hasta la cascada de la Cola de Caballo.
La localidad de Torla-Ordesa conserva intacta su esencia pirenaica. / TURISMO DE ARAGÓN
¿Cómo llegar a la Poza del Molino?
Para llegar a este paraíso natural, hay que dirigirse al Puente de la Glera y tomar dirección Puente de los Navarros, con el río Ara a la izquierda. Pronto se llega a una explanada donde verás este precioso rincón.
También es posible hacer el camino a pie. La Poza del Molino se encuentran a unos 8 km de Torla-Ordesa, aunque también se puede dejar el coche en algún aparcamiento cercano al río y seguir la ruta andando.
El sendero es fácil y plano, con vistas espectaculares del valle y las montañas. La ruta termina en las Pozas del Molino, piscinas naturales de aguas cristalinas de un azul intenso, perfectas para descansar, refrescarse con un baño o simplemente disfrutar del entorno natural.