El plazo para presentar alegaciones, observaciones y sugerencias al nuevo Mapa Estratégico del Ruido de Zaragoza finalizó el 18 de julio
El último Mapa Estratégico del Ruido (MER) de Zaragoza ha llegado con más de una década de retraso pero ya está listo. Este mapa pretende exponer las zonas de la ciudad más expuestas a la contaminación acústica derivada del tráfico o la actividad industrial. Una vez analizado, la información servirá para elaborar un plan de acción contra el ruido desde el área de Movilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento.
En concreto, el nuevo MER ha tenido en cuenta cuatro emisores acústicos: tráfico viario, ferroviario, una parte de la actividad industrial y el aeropuerto. Desde Stop Ruido Zaragoza consideran que el documento presentado contiene «importantes carencias«. Con las fuentes tenidas en cuenta, «no se identifican las áreas en las que se compromete el incumplimiento de los objetivos de calidad acústica«, denuncian.
Según la asociación, la Ley de Protección Contra la Contaminación Acústica de Aragón recoge hasta once emisores acústicos (vehículos, automóviles, ferrocarriles, aeronaves, infraestructuras viarias, ferroviarias, aeroportuarias, maquinarias, obras, construcción, industria, comerciales, de servicios, de actividades deportivas-recreativas y de cualquier tipo de ocio incluido el nocturno) que deberían ser incluidos.
Si se valida el mapa tal y como está, se «ocultará«, según Stop Ruido, la verdadera dimensión del problema, «arrojando unos resultados incompletos y que no servirán de nada».
La entidad confía en una corrección del mapa antes de que termine el año poniendo especial énfasis en la inclusión del ocio nocturno y emplazan a la responsable del ramo, Tatiana Gaudes, a crear un plan de acción «que proteja realmente a los vecinos y vecinas de Zaragoza contando con la participación se asociaciones vecinales y colectivos».
PRINCIPALES RECLAMACIONES
Aunque el tráfico viario sí se ha tenido en cuenta, Stop Ruido lamenta la ausencia en el mapa de vías en construcción o semiterminadas como la avenida Navarra, la rotonda de Anselmo Clavé, la avenida de Cataluña o Romareda, con quejas de vecinos del Casco Histórico, Valdespartera, Universidad o Distrito Centro.
También afean que no se ponga atención a la cercanía de la Z-40 a las viviendas en el barrio de Movera o a zonas de «especial sensibilidad» como los Galachos.