Tras cinco años en Abu Dhabi el padre de Don Felipe quiere tener una residencia cerca de nuestro país
Juan Carlos I quiere fijar ya, de forma definitiva, su residencia cerca de España. En su última visita a nuestro país, la semana pasada, ordenó a su núcleo más cercano que le encontrasen una vivienda en el norte de Portugal o en Galicia para «pasar sus últimos días». Por lo que el próximo viaje que haga a nuestro país, en las próximas semanas, podría servir ya para empezar la mudanza.
Consciente de su edad y de los múltiples problemas de salud con los que convive desde hace años, el padre del Don Felipe, según fuentes de su entorno, tiene una firme voluntad de volver a residir en territorio nacional o muy cerca del mismo. Evitando así, cada vez que quiere pisar el país que reinó durante casi cuarenta años, tener que hacer un vuelo largo y «cansado para él».
El objetivo de su retorno a España, cuando las investigaciones que pesaban sobre él han quedado en agua de borrajas, tiene mucho que ver con pasar más tiempo cerca de sus seres querido, principalmente sus amigos y sus hijas, las infantas Doña Sofía y Doña Elena.
Con su hijo, aunque vuelvan a estar más cerca, explican las mismas fuentes, la relación seguirá siendo muy similar a la que tienen en la actualidad. «Hay cordialidad», manifiestan, aunque no un contacto muy constante y directo, ni de forma telefónica ni mucho menos de forma física.
Sin contacto con Leonor y con un perfil discreto
El Rey Juan Carlos abandonó el pasado domingo por la tarde Sangenjo tras cuatro días en nuestro país, minutos después de que la Princesa Leonor llegase a Marín a bordo del Juan Sebastián Elcano poniendo punto y final a su travesía en el buque escuela, y a su formación militar en La Armada.
A pesar de que ambas localidades, situadas una enfrente de la otra en la Ría de Pontevedra, se encuentran a escasa media hora de distancia, finalmente no se produjo el rumoreado reencuentro entre el Emérito y su nieta, la princesa Leonor, con la que si mantuvo una cita discreta el año pasado, en compañía de Don Felipe y Doña Letizia.
A pesar de que muchos apostaban porque el Monarca se desplazaría a Marín para ver a la hija de los reyes y felicitarla por su destacado papel como guardamarina en el crucero de instrucción de La Armada antes de abandonar nuestro país, lo cierto es que minutos después de las 18.00 horas -y de que su nieta atracase en el puerto pontevedrés- el Emérito se dirigió directamente de Sanxenxo al aeropuerto de Vigo para coger su avión privado.
Un día antes de volver a Abu Dabi, Don Juan Carlos recibió la visita de la infanta Elena, con la que derrochó complicidad y cercanía disfrutando de la vela durante todo el fin de semana, a pesar de que las condiciones meteorológicas adversas hacían que la jornada en alta mar de padre e hija terminase antes de lo esperado.
Cuarta visita a España del año
El padre del Rey Felipe VI aterrizó el jueves de la semana anterior en el aeropuerto Peinador de Vigo, en su cuarta visita del año a España -el año con más viajes a territorio nacional desde que fijó su residencia habitual en Abu Dabi-, con unos planes muy similares a los de otras ocasiones.
En esta ocasión, sin embargo, Don Juan Carlos mantuvo un perfil bajo, no compitiendo al timón de ‘El Bribón’. El emérito sí arropó a su tripulación siguiendo desde la lancha Cristina la Regata Hotel Carlos I Silgar, última prueba puntuable para el Trofeo Jacobeo de la categoría de 6M.