«Mi compañero les dio un folleto en el que ponía que ‘el aborto no es la única solución’ y directamente le pegaron», relata la víctima de la agresión en conversación telefónica con El Debate
Alas 11:50 horas de la mañana de ayer, viernes 27 de junio, C.R. se encontraba junto a un compañero trabajando como voluntaria en el Refugio Provida situado en la madrileña calle Pensamiento 23 , frente a la clínica abortista Dator. Mientras estaban repartiendo folletos informativos en los que simplemente se informaba de las alternativas al aborto, un grupo de jóvenes se acercó a increparles con insultos.
«Mi compañero les dio un folleto en el que ponía que ‘el aborto no es la única solución’ y directamente le pegaron», relata la víctima de la agresión en conversación telefónica con El Debate. Tras replicar a los jóvenes su comportamiento «me dijeron que si yo también quería recibir y me soltaron un bofetón. Las gafas de sol salieron volando. Tuve suerte, porque me salvé de una lesión en el ojo por llevarlas», explica C.R.
«Me dio en el hueso de la mejilla. Tenía todo rojo. Mi respuesta fue ir a defenderme y entre varias personas nos separaron», cuenta. Fue uno de los hombres que entró a frenar la discusión quien recomendó a esta voluntaria llamar a la Policía para dar parte de los hechos ocurridos. «Me hice una foto de cómo me habían dejado la cara y este hombre testificó», señala. Asimismo, apunta a que ella ni siquiera les había entregado el folleto informativo.
Los jóvenes que habían agredido a los voluntarios, no contentos con la violencia física, continuaron haciendo burlas después de ser interrogados por la Policía. «Se sentaron en frente de la puerta, empezaron a sacarnos la lengua y me amenazaron con denunciarme por acoso», explica ante los micrófonos de este medio.
La víctima aclara que esta agresión no fue una cuestión de violencia hacia ella, sino un delito de odio hacia el propio Refugio Provida y su ideología, que únicamente ofrece alternativas al aborto frente a la clínica abortiva más conocida de la capital española.
La agresión fue denunciada por la asociación Hazte Oír. Hasta el lugar de los hechos de desplazó de inmediato Javier María Pérez-Roldán, abogado y secretario general de la citada asociación, para asistir legalmente a la voluntaria y coordinar la respuesta judicial.
Vandalizan de nuevo el Refugio Provida que ofrece ayuda a las mujeres que quieren una alternativa al aborto
«Por supuesto que vamos a denunciar. Este tipo de agresiones son cada vez más frecuentes porque la izquierda ha normalizado la violencia verbal y el odio hacia quienes defendemos la vida. Lo de hoy no es un hecho aislado, es el resultado directo de las políticas de un Gobierno que trata como acosadoras y criminales a esas voluntarias, como C.R., que solo quieren ofrecer una alternativa a las embarazadas que se están planteando abortar», declaró Pérez-Roldán.
Hazte Oír denuncia que el Refugio Provida ya había sido objetivo de ataques y actos vandálicos en los últimos meses, como amenazas, insultos y pintadas. «Sabíamos que tarde o temprano llegaría un día tan triste como este. Ya nos lo habían advertido demasiadas veces. Pero no nos van a doblegar. Ni hoy, ni nunca», afirman desde la organización.
Esta agresión tiene lugar además a solo ocho días de una fecha clave en la historia del aborto en España: el próximo 5 de julio se cumplirán 40 años desde la entrada en vigor de la primera Ley del aborto (Hazte Oír considera que debería ser llamada Ley de Infanticidio). Un triste aniversario que nos recuerda que cada día es más necesaria la defensa activa y valiente de la vida, en las calles, en los tribunales y en la conciencia pública.
