Santiago aparta a Rocío Monasterio de la presidencia de Vox en Madrid pero la mantiene como portavoz en la Asamblea

Su sustituto será José Antonio Fúster, actual portavoz nacional del partido y hombre de confianza de la dirección

Importante cambio en Vox Madrid: la hasta ahora presidenta del partido en la capital, Rocío Monasterio, abandonará su cargo en la formación por decisión de la dirección nacional. Un cambio estrictamente orgánico, ya que Monasterio, cuyo liderazgo regional llevaba en entredicho desde hacía meses, seguirá siendo portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid.

El sustituto de Monasterio a los mandos del partido será el actual portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster. La noticia, adelantada por El País y confirmada por EL MUNDO a través de fuentes de la dirección nacional de Vox, responde a la necesidad de renovar la presidencia en la región, cuyo mandato estaba caducado, ya que el último proceso interno de primarias fue en 2020.

No obstante, el cambio en los estatutos de 2022 permitió a la dirección del partido realizar nombramientos en el plano territorial sin necesidad de ser consultado a la militancia. En este caso, el cambio sólo afectará al organigrama interno del partido en Madrid y no a su configuración en la Asamblea de Madrid, que es donde verdaderamente Vox tiene presencia mediática e institucional. En la Cámara regional está previsto que Monasterio siga como portavoz de forma indefinida, por lo que podría acabar la legislatura.

José Antonio Fúster ha ido ganando peso en los últimos tiempos dentro del aparato nacional de Vox y se le considera una persona de máxima confianza para Santiago Abascal. Periodista de profesión, ha desarrollado buena parte de su trayectoria profesional en el Grupo Intereconomía, propiedad de Julio Ariza, empresario muy próximo a la órbita de Vox. La influencia de Fúster en el grupo parlamentario de la Asamblea ha ido escalando en los últimos meses, en especial desde la salida de José Luis Ruiz Bartolomé, mano derecha de Monasterio, el pasado mes de enero. En marzo se convirtió en portavoz nacional del partido en sustitución de Ignacio Garriga, actual secretario general de Vox.

Una dedicación a la que se empleará «en exclusiva», detallan desde Vox en el comunicado en el que confirman el cambio en la presidencia provincial de la formación. La dirección nacional ha «agradecido» la labor de Monasterio a los mandos de Vox en Madrid prácticamente desde la fundación del partido, tiempo en el que logró una importante «implantación» en la región, hasta ser el único partido que en las últimas elecciones municipales logró presentar candidatura a todas las alcaldías.

Logros todos ellos que contrastaban con el perfil bajo y la poca presencia orgánica de Monasterio, apartada desde hacía tiempo de la vida de partido y distanciada de Santiago Abascal. Monasterio es de los pocos fundadores del partido que permanecen en pie y con un cargo relevante en Vox, a pesar de que su liderazgo llevaba en la cuerda floja desde hace más de un año, cuando la dirección nacional laminó a los perfiles más liberales de la formación en la elaboración de las listas para las generales. Una situación de cierto aislamiento que se agravó con la salida de su marido, Iván Espinosa de los Monteros, quien fuera portavoz en el Congreso, que abandonó Vox tras el 23-J, cuando el partido pasó de 52 a 33 escaños.