Israel, entregada a Eden Golan

«Nos trajiste mucho honor y coraje. Estuviste con orgullo frente a todos los que odian a Israel «, dice el presidente Herzog a la cantante que logró el quinto puesto gracias al masivo televoto.

«El éxito es enorme en un año tan difícil. Todos han visto los resultados. La gente ha ganado a la política. Hubo una hostilidad grande pero al final el público en Europa ve una chica abucheada y simplemente la abraza. Además canta muy bien», comenta el jefe de la delegación israelí en Eurovisión Yoav Tzafir tras la participación más compleja y polémica de Israel en la historia del certamen musical. La noche en la que, a ojos de los israelíes, Eden Golan (20) se convirtió en un símbolo de talento y resiliencia. Mucho más de lo que podía imaginar cuando a los nueve años anunció a su madre Olga que iba a ser «una de las mejores cantantes».

Abucheada en Malmö y aplaudida en el televoto, Golan no dio a su país la quinta victoria eurovisiva, pero el quinto puesto conseguido en «territorio hostil» es celebrado por los suyos como un enorme logro. No solo porque hace unos meses su participación estaba en entredicho ante las peticiones de expulsión de sectores que acusan a su país de «genocidio» en la ofensiva militar en la devastada Franja de Gaza en respuesta al ataque yihadista de Hamas el pasado 7 de octubre lanzado desde el enclave palestino sino porque lo logró gracias al público (323 puntos) y pese a los jueces (52 puntos).

«He pasado momentos que no han sido fáciles pero los abucheos solo me hacían más fuerte y me motivaban más para representar a mi país«, dijo la joven cantante en Malmö agradeciendo el voto masivo en numerosos países.

«Querida Golan quiero agradecerte en nombre de todo el pueblo de Israel por tu actuación tan conmovedora. Nos trajiste mucho honor, mucho coraje. Estuviste con orgullo frente a todos los que odian a Israel y todo tipo de atacantes antisemitas», le comentó por teléfono el presidente Isaac Herzog poco antes de aterrizar en Tel Aviv.

Los israelíes recibieron a Golan con sentimientos encontrados. La satisfacción por su éxito en unas circunstancias sin precedentes coincide con uno de los peores momentos en la historia del país. Inmerso en una de sus guerras más largas que le han aislado entre condenas en la comunidad internacional, Israel está aún lejos de sus dos objetivos declarados: acabar con la infraestructura armada y de control de Hamas en Gaza y lograr la libertad de 132 rehenes (128 de los 250 secuestrados en el ataque del 7 de octubre) entre los cuales se cree que al menos 38 están muertos. Además, la alegría es imposible este domingo por la tarde en Israel al iniciar la jornada en recuerdo de los soldados muertos y víctimas en guerras y atentados desde la independencia del 48. Una fecha que este año tiene un significado especial tras el mayor ataque terrorista en su historia.

«Entramos ahora en una jornada triste y recordamos todas las almas que se fueron», declaró Golan nada más aterrizar en el Aeropuerto Ben Gurion pidiendo la libertad de los secuestrados. Por último, añadió emocionada: «Ha sido un honor muy grande representar a Israel especialmente en estos momentos. Sentí el amor y el apoyo de todos vosotros y eso me dio muchas fuerzas».

En Israel muchos creen que el apoyo masivo de la audiencia no se debe solo a la actuación y personalidad de la cantante y a la movilización en las redes sociales en todo el mundo de cara a la votación sino a lo que llaman «voto de protesta de la mayoría silenciosa contra la campaña de boicot y odio de determinados políticos, medios de comunicación y algunas delegaciones en Eurovisión».

En una entrevista en el Canal 12, Tzafir cuenta que «hubo delegaciones muy hostiles pero también artistas que fueron a Eden y le susurraron que la aman a ella y a Israel pero, añadían, su director artístico no les dejan fotografiarse con ella». Tras coincidir con el presentador del programa en que los jueces del concurso «se guiaron más por el odio a Israel que por los criterios profesionales», añadió que «hay un fenómeno llamado woke que se cuenta asimismo una historia desvirtuada y engañosa sobre Israel».

En este sentido, en la delegación que regresó este domingo de Suecia explican que lo que más les dolió «no fueron las manifestaciones antiisraelíes esperadas en una ciudad como Malmo sino la indiferencia y hostilidad de otros artistas, compañeros y fans asiduos a Eurovisión«.

Quien sí temía los actos de protesta contra la representación israelí fue el jefe del servicio de seguridad interna (Shabak), Ronen Bar. Tanto que pese a su papel en la operación contra Hamas y en la negociación de una tregua, viajó hace unos días a Suecia para supervisar de cerca las medidas de seguridad más estrechas de su delegación en la historia del famoso certamen musical. Muchísimo más que en la edición de Brighton en 1974. Meses después de la guerra del 73 entre Israel y varios países árabes, que también empezó con un ataque-sorpresa externo, la protección se multiplicó en torno a la banda musical Kaveret que finalmente acabó séptima.

La intervención de Golan dio a la televisión pública israelí el minuto de oro más visto en muchos años con un 53,6% de audiencia mientras la final obtuvo un 36,8%. «Yo me alegré por la chica que realmente supo estar a la atura en condiciones muy difíciles pero creo que en un año tan difícil y triste quizá hubiera sido mejor no participar», admite la israelí Lyann a EL MUNDO en el centro de Tel Aviv mientras no muy lejos Daniel Cohen añade: «Al margen que Eden lo hizo muy bien, es reconfortante ver que fuera también hay muchos que nos apoyan».

Por la tarde, Tel Aviv fue escenario de una nueva manifestación exigiendo al primer ministro Benjamin Netanyahu tanto un acuerdo de alto el fuego que libere de forma inmediata a los secuestrados por Hamas como su marcha. Ya de madrugada, llegó el Hurricane de Golan.