Rodrygo y Vinicius son los reyes

La primera pregunta que te tienes que hacer como aficionado de una final es si desayunas café o cerveza. La segunda y, seguramente, la más importante, si la final es en Sevilla, es si bebes cerveza o Cruzcampo. Las pequeñas decisiones son las que marcan la diferencia. En la vida y en el fútbol.

Marta Sánchez, protagonista en el sarao previo al partido, se desnudó en 1991 para Interviú. Vendió un millón de ejemplares en solo 24 horas. Le pagaron 35 millones de pesetas, 15 de ellas en negro, en bolsas de El Corte Inglés, y con ese dinero le compró una casa a su madre.

El Madrid pagó en 2018, 45 millones por un niño brasileño de 17 años. Y en 2019, puso encima de la mesa otros 45 por Rodrygo, otro crío aún menor de edad. El mundo entero se llevó las manos a la cabeza. Ilusos. Anoche, el primero dio una exhibición de fútbol total. El segundo, marcó los dos goles de la Copa del Rey número veinte de la historia del Real Madrid.

La primera parte fue un capítulo en bucle de ‘El Coyote y el Correcaminos’. Moncayola solo podía correr detrás de Vinicius. Un dibujo animado en manos del futbolista más veloz del planeta. Y talentoso. Tardó minuto y medio en poner la alfombra roja camino al título. Se fue de Moncayola, luego de Peña, vendido dentro del área con las manos atrás, y su asistencia pasó por debajo de las piernas de Aridane para que Rodrygo la mandara a la jaula. Segundo gol más tempranero de la historia de las finales de Copa (107 segundos), por detrás del que hizo el Raúl Tamudo al Zaragoza en 2006 (87 segundos).

Amarilla a Moncayola

El sistema ofensivo del Madrid era darle balones a Vinicius. Moncayola, con amarilla desde el 20, no podía frenar al brasileño. Tampoco con las ayudas de Jesús Peña y Aridane. Otra jugada de PlayStation del brasileño, cerca del minuto treinta, estuvo a punto de finalizarla Benzema en el segundo. Rodrygo recibió el pase de Vini y, de primeras, dejó a Karim solo en el punto de los once metros. Penalti en movimiento. Mano abajo milagrosa de Herrera.

Real Madrid 2 – 1 Osasuna

  • Real Madrid Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Camavinga; Tchouameni (Rüdiger, min.69), Kroos (Modric, min.80), Valverde; Rodrygo (Asensio, min.88), Benzema y Vinicius.
  • Osasuna Herrera; Peña (Kike Barja, min.75), Aridane, David García, Cruz; Moncayola, Torró (Ibáñez, min.86), Oroz, Moi Gómez (Kike García, min.86); Abde (Rubén García, min.75) y Budimir (‘Chimy’ Ávila, min.70).
  • Goles 1-0. Min. 2, Rodrygo Goes.1-1. Min. 58, Lucas Torró.2-1. Min. 70, Rodrygo Goes.
  • Árbitro Sánchez Martínez (C.Murciano). Amonestó a Militao (min.41), Vinicius (min.45), Camavinga (min.75), Valverde (min.90) y Courtois (Min.95) en el Real Madrid; y a Moncayola (min.22), David García (min.37), Kike Barja (min.83) e Ibáñez (min.94) en Osasuna.

Osasuna era valiente, con la línea de presión en área rival, pero solo hacía daño en balones laterales aéreos para Budimir. El croata le ganaba todos los duelos a Alaba, pero no tenía el acierto suficiente para inquietar a Courtois. El martes, en lugar de Ante, estará Erling. Pánico.

La mejor ocasión rojilla en la primera mitad llegó en un grave error de Militao, otro más. Blando en el duelo con Abde, el extremo se llevó el balón con suma facilidad. Pie de mantequilla de Eder. La picadita del jugador marroquí, en el mano a mano ante Courtois, lo salvó Carvajal antes de que cruzara la raya de gol.

«Tío, no te relajes, no te relajes», le dijo Benzema a Militao minutos después, antes de un libre directo que Alaba mandó a la cruceta. La cara de sorpresa y resignación de Eder al escuchar esas palabras del capitán, evidencian el mal momento que vive ahora mismo el defensa brasileño. Una sombra.

Vinicius también fue protagonista justo antes del descanso, pero no por su fútbol. Su recital vino acompañado de su versión más quejica. Error. Cada falta que recibía era una protesta y Sánchez Martínez se hartó de ellas en el 44. Cartulina e insultos de ‘tonto’ por parte de la grada navarra.

El brasileño respondió irónicamente, tocándose el escudo y pidiendo con su mano derecha que le insultaran más fuerte. Ancelotti, desesperado, le chillaba desde el área técnica que se dejara de tonterías y se pusiera a jugar. Ni caso. Indómito. Ni siquiera los cariños de Tchouaméni y de Lucas, que tuvo que salir del banquillo para darle mimos, apagaron el fuego que llevaba dentro.

Aurelien fue titular ayer en detrimento de Modric. Tras la recuperación exprés de una lesión muscular, Ancelotti pensó hasta diez. Mejor guardarlo por si el partido demandaba su presencia y, de no ser así, tenerlo definitivamente listo para el martes ante el City. Ahí, seguramente, no esté Ceballos, como tampoco lo estuvo anoche. Molestias en el muslo derecho del utrerano. Serán diagnosticadas hoy con las pertinentes pruebas médicas. Un número 12 menos para Ancelotti. Veremos para cuánto.

El primer cuarto de hora de la segunda parte fue el momento más complicado para el Madrid. Se quitó de encima el balón y visualizó a Benzema levantando el trofeo. Imprudente. Osasuna, que como bien dice su lema, nunca se rinde, supo leer la confianza blanca y apretó el acelerador. Con premio. En el 58, un obús de Torró, desde la medialuna del área, he hizo estallar al fondo navarro. 1-1.

El Madrid le vio entonces las orejas al lobo y volvió al embrión de la final. Balones a Vinicius y Vinicius a lo suyo. En el 70, otra jugada por la izquierda, llevada hasta el límite de la línea de fondo, acabó en un disparo de Valverde repelido por la defensa. El rechace le quedó a Rodrygo, sólo dentro del área. Golpeo con el interior, a la derecha de Herrera. Imparable. 2-1 y título para el Madrid. Bonito regalo para las mamis merengonas. Feliz día. A ellas, y a todas. Sois las reinas. El rey es el Madrid.