El Hospital Vall d’Hebron hace el primer trasplante pulmonar del mundo completamente robótico

Se ha hecho con una técnicamente mínimamente invasiva y una nueva vía de acceso, con pequeñas incisiones de pocos centímetros

El Hospital Universitario Vall d’Hebron ha llevado a cabo el primer trasplante pulmonar del mundo con cirugía robótica. Y no sólo eso, sino que se ha creado un nuevo acceso por el que sacar los pulmones enfermos e introducir los nuevos. Es una técnica mucho menos invasiva y reduce también las complicaciones postoperatorios. Y es que se han hecho una pequeña incisión de ocho centímetros en la parte inferior del esternón, en lugar de hacer la gran apertura separando costillas y abriendo el tórax, que hasta ahora era la única opción disponible. Esta operación se le practicó a un hombre de 65 años que sufría fibrosis pulmonar.
El jefe del Servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar del Vall d’Hebron, Albert Jauregui, ha explicado que «el gran problema de abrir el tórax cuando se hace un trasplante pulmonar es que es un abordaje muy agresivo con un postoperatorio muy delicado». Y a eso hay que añadir que en todo trasplante, y para evitar que la persona rechace los nuevos órganos, se suministre al paciente inmunosupresores, por lo que el riesgo de infección postoperatoria siempre es muy alto.
En algunos casos, de hecho, la infección se acaba produciendo y la herida no se cierra de forma adecuada. Sin embargo, con esta nueva técnica, el doctor Jauregui dice que «nos permite cortar únicamente un tramo pequeño de piel, grasas y músculos, una herida que cicatriza con facilidad, mucho más segura y que en este primer paciente prácticamente no ha producido dolor. Se trata de un hito histórico que creemos que mejorará la vida de miles de pacientes».

Innovadora vía de acceso

Ya hacía tiempo que desde el Vall d’Hebron se planteaban introducir la cirugía robótica en este tipo de trasplantes, que sólo tiene un precedente, en los Estados Unidos, en el Centro Cedars-Sinai de Los Angeles. La diferencia es que se usó la cirugía robótica sólo en una parte del trasplante, en el momento de suturar el nuevo pulmón a la vía aérea y a los grandes vasos, pero el resto de la operación se hizo de forma tradicional.
Finalmente el doctor Íñigo Royo, especialista especialista del Servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar, el que planteó explorar una vía de acceso que se utiliza para operar el cáncer de pulmón y el timus: la cirugía subxifoide. La xifoides es una pequeña extensión cartilaginosa de la parte inferior del esternón. Los cirujanos realizaron una incisión de ocho centímetros en la piel por debajo de la xifoide y por encima del diafragma, una apertura suficiente para que pasen los pulmones, tanto de entrada como de salida, porque la piel en esta zona es muy elástica a diferencia de la piel de las costillas.
Una vez hecha esta incisión, la operación fue robótica: introdujeron cuatro brazos del robot Da Vinci por cuatro pequeños orificios de 8 a 12 milímetros y extrajeron el pulmón enfermo del paciente por la herida subxifoide.

Postoperatorio

El doctor Albert Jauregui ha remarcado que la cicatrización «fue muy rápida» y el paciente no prácticamente no tuvo nada de dolor, a diferencia del procedimiento habitual que sí que tiene un postoperatorio más doloroso. El paciente, Xavier, ha agradecido al donante del órgano y a los equipos profesionales que le han intervenido: «No me duele, estoy encantado con todo». Una técnica que no se va a extender a todos los pacientes que requieran un trasplante de pulmón. De hecho, Jauregui ha descartado esta posibilidad y ha precisado que primero la ofrecerán a unos candidatos concretos que están en lista de espera.