Cataluña tendría que asumir grandes inversiones para acoger el esquí de fondo en los Juegos de 2030 si no va con Aragón

Cataluña tendría que asumir cuantiosas inversiones para poder acoger las pruebas de esquí de fondo y biatlón y de patinaje sobre hielo en pista larga si optara a organizar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 sin contar con Aragón. Es la conclusión que se puede extraer de los estudios que ha hecho públicos este miércoles la Generalitat, unos informes técnicos de los últimos años sobre la viabilidad de una candidatura a los Juegos.

En estos estudios «prospectivos». todos bajo la denominación de Pirineos Barcelona 2030, se analizaban distintos ámbitos, desde el organizativo, presupuestario, publicitario, comunicativo, de infraestructuras o de pruebas y sedes, entre otros aspectos, ante la posibilidad de que Cataluña quisiera organizar esa cita olímpica invernal. Acabaron posteriormente conformando el dossier en el que se basó la negociación con el COE y Aragón. Tal es así que el reparto es casi el mismo, salvo en las disciplinas para las que carece de instalaciones, que el que recoge el reparto definitivo que validaron en Madrid el viernes pasado el COE, la Generalitat y la secretaría de Estado de Deportes. El mismo que Aragón ve «desequilibrado» e «injusto», y que rebatirá con la propuesta que entregará este jueves en mano en el COE.

La publicación de estos informes llega en pleno choque político entre Aragón y Cataluña, aunque desde el Govern aseguran que los hacen públicos este miércoles, un día antes de que la DGA entregue al COE su propuesta, en cumplimiento de una moción del Parlament. 

Se trata de informes que tienen para Cataluña tiene luces, pero también muchas sombras. La principal, los gastos y la necesidad de habilitar nuevas instalaciones en el Pirineo catalán para que se puedan disputar el esquí de fondo y el biatlón. En Aragón, en Candanchú, se desarrollarían sin costes. La Generalitat propone que esas pruebas se disputen en el Pla d’Anyella, a un kilómetro y medio de La Molina, pues su cercanía a la estación se traduciría en un «aprovechamiento de servicios cercanos como son la red eléctrica, las comunicaciones, las sinergias con el personal de explotación de las instalaciones». Con 18,5 millones de inversión inicial, y una inversión permanente de 25,1 millones, según figura en los informes.

Algo similar ocurría, por aquel entonces, con las instalaciones para albergar el patinaje de velocidad en pista larga, que requiere una pista de 200 metros de largo por 80 de ancho. Se llegó a planificar en la Fira de Barcelona, dentro de un plan de remodelación integral, y se cifraba en 4,6 millones la inversión inicial.

Según la documentación hecha pública, y que figura en la web de la Presidencia de la Generalitat, «los Juegos no han de generar ningún coste extraordinario a los ciudadanos. Es incuestionable que su marco financiero ha de ser el equilibrio entre gastos e ingresos». Aunque el proyecto «sostenible» en solitario de Cataluña requeriría, de partida, una cuantiosa inversión y actuaciones junto la estación de La Molina para asumir unas pruebas como el esquí de fondo y el biatlón para la que carece de unas instalaciones en condiciones.