Rajoy enmienda las políticas económicas de Sánchez y ‘bendice’ a Casado: «Las cambiarás»

Pablo Casado llegó acompañado de Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo a la inauguración de la convención nacional que su partido arranca este lunes en Santiago de Compostela. Una cita que se alargará hasta el fin de semana, con el broche en Valencia, y en la que el líder de la oposición pretende consolidar su alternativa al gobierno de PSOE y Unidas Podemos. La primera jornada, en la que también participan varios exministros, tiene como invitado internacional al vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Shinas, y como principal asunto encima de la mesa la economía. En el primer debate, entre Casado y Rajoy, el expresidente del Gobierno se despachó contra las recetas económicas de Pedro Sánchez, pidiendo “no minimizar las consecuencias” que tendrá la crisis del coronavirus.

Todo ello en un clima de cierto optimismo por la recepción de los fondos europeos y por la mejora de las perspectivas en el corto plazo. Rajoy, que ironizó tirando de su estilo conocido por todos, insistió en que “no se trata de ser más o menos optimista, o ser un cenizo, sino en hacer un buen diagnóstico y asumir la realidad que hay”. En ese sentido, el expresidente popular advirtió que a pesar de las múltiples diferencias entre esta crisis y la de 2008, el covid puede lastrar con igual intensidad el futuro económico “si no se toman buenas decisiones”.

Aunque defendió algunas medidas “paliativas”, en sus palabras, puestas en marcha durante el último año como las ayudas del ICO o los ERTE, también criticó la falta de ayudas directas a las empresas que sí se produjeron en otros países europeos y, sobre todo, la falta de un plan estructural que debería ponerse en marcha ya. “Esas medidas están bien para la primera media hora. Pero luego hay que gobernar de cara al futuro” dijo Rajoy, pidiendo “tomarse igual de en serio la actual crisis”.

Para el expresidente del PP la receta del actual gobierno de Sánchez “supondrá un freno total a la recuperación”. “La combinación de gasto estructural, más impuestos y más regulación es letal si se quiere afrontar la recuperación. Y es justo lo que se está haciendo ahora”, concluyó Rajoy con Casado atendiendo a cada palabra de su predecesor. No faltaron datos y números como es habitual en las intervenciones del expresidente, que en este caso los destinó a desinflar las previsiones de la Moncloa.

“La UE perdió en el primer trimestre de este año el 0,3% del PIB y España, el 0,6%. Y a eso hay que sumar que perdimos mucho más PIB con ocasión de la pandemia, ocho puntos. Eso es mucho. En el segundo trimestre la UE ha subido el 2,2%, y España el 1,1%. Repito que conviene situarse en la realidad para luego no equivocarse a la hora de tomar decisiones”, insistió el expresidente.

Especial preocupación mostró Rajoy al hablar del déficit público —“España necesita un plan conocido y unas reglas del juego que lo reduzca, porque Europa no aplica ahora el pacto de estabilidad, pero puede hacerlo pronto y volveremos a las andadas”— advirtió, y de las pensiones, reprochando con dureza la última reforma. “Lo que se ha hecho es un error. La reforma que había era razonable, aunque se pudiera mejorar. Pero liquidar el factor de sostenibilidad y volver a la indexación de las pensiones al IPC es un error. Supongo que la tendrás que cambiar tú, aunque te hagan una huelga”, asintió Rajoy mirando a Casado.

“Hemos gobernado dos períodos de democracia y dejamos el país, sin ánimo de presumir, a mejor. No hay dos sin tres, me temo, aunque será para el bien de España”, zanjó ‘bendiciendo’ al nuevo líder del PP y augurando que le tocará enmendar las políticas de socialistas y morados si llega a la Moncloa en el próximo ciclo electoral.

Precisamente, para encarar el futuro, el expresidente también dejó claro que las “buenas políticas económicas” requieren olvidarse de “los eslóganes, el dogmatismo, la demagogia y el sectarismo” porque “con eso, no se sale nunca de una crisis”. Recordó que el PP tuvo que nacionalizar la banca, “nadie se puede creer que eso fuera precisamente en nuestro programa electoral” para evitar la quiebra, explicó, o “tuvimos que subir los impuestos, aunque después los bajáramos”. “No estábamos para hacer ideología. Hágase lo que se deba hacer y no aprovechen la demagogia”, lanzó Rajoy quejándose del actual gobierno (que también quiere derogar la reforma laboral de su mandato) y en un claro consejo al actual presidente del PP.

Aún así, y a pesar de todas las advertencias que lanzó sobre tomarse en serio las secuelas económicas del covid, el expresidente del Gobierno también aseguró que “otra diferencia más con respecto a la crisis de 2008” es que hoy existen, según su opinión, más mimbres para poder superarla: “El grado de preparación de la economía española es hoy más alto con el superávit exterior acumulado, ha mejorado la situación patrimonial de empresas y familias, y tenemos la banca saneada”. Unas condiciones que, a su juicio, Pedro Sánchez no está aprovechando y que se podrían ir por el sumidero.

La siguiente mesa de debate es la protagonizada por el exministro de Economía, Román Escolano; el vicepresidente de CEOE, Íñigo Fernández de Mesa; el presidente de ATA, Lorenzo Amor; y el ex economista jefe del ICO, José María Abad.