Fuerzas Armadas: la hora decisiva de la modernización

Las Fuerzas Armadas y la industria nacional de Defensa están ante su momento decisivo. Ser o no ser en cuanto a modernización e impulso tecnológico. Actualmente, tres proyectos simbolizan ese nuevo futuro: los cuatro nuevos submarinos de la clase S-80 cuya primera unidad Isaac Peral (S-81) ya ha sido puesta a flote; el vehículo blindado de combate 8×8 Dragón, clave para la movilidad del Ejército de Tierra; y el avión del combate del futuro FCAS, proyecto europeo que involucra a Francia, Alemania y España.

El momento tampoco es sencillo, con un país (y sus Presupuestos) afrontando una crisis inesperada por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, desde el Ministerio de Defensa se insiste en que «los compromisos adquiridos para el nuevo ciclo inversor en Defensa

se mantendrán». Se trata de una inversión de unos 12.900 millones de euros aprobados en una decena de proyectos para los próximos 15 años.

España destinará este año unos 3.200 millones de euros (22% del gasto total), a la adquisición de material de Defensa, según datos proporcionados por la Dirección General de Armamento y Material. Su director general, el almirante Santiago Ramón González Gómez, señala a ABC que «en estos momentos se gestionan 40 programas de armamento».

Fragata F-110, también clave

Otro de esos programas estrella en el futuro inmediato son las cinco nuevas fragatas F-110 (4.325 millones), claves también para el devenir de Navantia, astillero propiedad de la SEPI al cien por cien. «En breve (segunda quincena de mayo) se realizará la revisión preliminar de diseño, y catorce meses después se realizará la revisión crítica del diseño, comenzando inmediatamente después los trabajos de construcción de la primera fragata (F-111). El calendario de entrega previsto es de una fragata por año a partir del año 2027», señala el almirante.

«La competitividad es fundamental para tener éxito en la exportación. Y el modelo de colaboración de Defensa/Armada con Navantia es uno de los pilares sobre el cual edificar esta competitividad. En este ámbito, el programa de las fragatas F-110 es clave para la modernización de la flota de la Armada, para asegurar el futuro de Navantia en la exportación de este tipo de productos, manteniendo la senda iniciada por las fragatas F-100 y, sobre todo, es el programa tractor para llevar al sector naval español a las excelencias de la industria 4.0».

Pero para Navantia, sin duda, hay otro proyecto en el corto plazo si cabe más importante: el submarino Isaac Peral, amadrinado por la Princesa de Asturias el 22 de abril. Se trata de un proyecto que ha tenido sus idas y venidas pero que finalmente salió adelante con un presupuesto final de 3.906,7 millones (una desviación de 1.771 millones).

La construcción de las cinco corbetas para Arabia Saudí, de la que recientemente se botó la tercera, o las pruebas de mar del segundo buque logístico AOR para la marina de Australia son otros de los proyectos en los que el astillero Navantia está inmerso en estos momentos y que resultan claves para poder ganar nuevas exportaciones.

En este plano, Gonzalo Mateo-Guerrero, director de Operaciones y Negocios de Navantia, señala cómo «hay varios proyectos internacionales posibles sobre la mesa: la construcción de un ‘Landing Platform Dock’ para Arabia Saudí [similar al buque Galicia, en la Armada Española] o buques patrulleros para Marruecos. Como otra opción tenemos la construcción de un patrullero de altura para España, aún en su etapa preliminar».

Airbus y el Ejército del Aire

La modernización de las Fuerzas Armadas también se juega en el Aire, donde se necesitan varias capacidades de modo urgente. Entre las prioridades para el Ejército del Aire: la sustitución de los cazas F-18 basados en Gran Canaria por nuevos Eurofighter; la adquisición de 4 aviones C-295 para patrulla marítima; o la transformación de tres aviones A330 de Iberia en tanqueros, un contrato este que se espera firmar en el segundo semestre del año.

Para estos proyectos, la empresa de referencia es Airbus (4,12% de la SEPI), cuyo nuevo Campus de Defensa fue inaugurado en Getafe por el Rey, contando con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el CEO de Airbus, Guillaume Faury.

Alberto Gutiérrez, presidente de Airbus España, ha sido nombrado recientemente miembro del Comité Ejecutivo de la aeronáutica europea así como su ‘Chief Operating Officer’ (COO). Un guiño hacia España, que demandaba más peso orgánico dentro de la estructura de la compañía.

«El FCAS es el programa de defensa europeo más grande e importante del futuro próximo. A pesar de los desafíos iniciales, la compañía pudo trabajar con el cliente para garantizar que sus habilidades, experiencia, capacidades industriales y tecnológicas fueran fundamentales para la participación de España en el programa», señala a ABC el presidente de Airbus España.

A nivel nacional también destaca como clave para el sector aeronáutico español la aprobación de un nuevo programa para un avión entrenador para la fase de adiestramiento de caza, lo que se conoce como ‘Advanced Flex-Jet Trainer’.

Indra, Escribano, Pap Tecnos

La compañía tecnológica Indra (18,71% de la SEPI) también está involucrada, como empresa líder, en el proyecto del FCAS así como en otro vital para la modernización del Ejército de Tierra: el nuevo vehículo blindado 8×8, cuyo contrato inicial para construir 348 vehículos está valorado en 2.083 millones.

El 8x8 Dragón
El 8×8 Dragón – J.M-SERRANO

Para este proyecto se creó una empresa -Tess Defence- formada por Santa Bárbara Sistemas, Indra, Sapa Placencia y Escribano Mechanical & Engineering. «Hay una cita clave antes de que acabe el semestre: se debe elegir la torre de armas del vehículo que ya está probando la Legión en Almería», han informado a ABC fuentes conocedoras de la evolución del vehículo Dragón, como se le conoce en el Ejército.

Una de las empresas que aspira a hacerse con ese contrato de la torre es precisamente Escribano, con la Guardian de 30 mm. Esta compañía, cuyas instalaciones han crecido en los últimos años en Alcalá de Henares (Madrid), vivirá un cambio en su accionariado en los próximos meses con la salida de su capital del Fondo Soberano de Omán, que actualmente ostenta el 32,2%.

Su presidente, Ángel Escribano, reclama «más España» para las soluciones a los requerimientos de las Fuerzas Armadas: «Tras la difícil situación vivida con el Covid en 2020 y que seguimos afrontando actualmente, es fundamental que España, apoyada por las iniciativas de cooperación europeas, apele a la unidad y asegure las capacidades tecnológicas industriales críticas necesarias para responder a una crisis de cualquier tipo y dotar a nuestras Fuerzas Armadas de sistemas y soluciones confiables y de vanguardia, para proteger a nuestros soldados en sus misiones y para ser en el futuro un referente internacional de tecnología en materia de Defensa».

Otra empresa española que aspira a hacerse con el contrato de la torre es Pap Tecnos, que presentó el 30 de abril su torre ‘Toledo 30S’: «Supone el compromiso con el desarrollo industrial de nuestro país, un proyecto que contará con un desarrollo superior al 71% en España. Un impulso en un momento crítico para la economía española y para las once empresas de siete comunidades que participan en el desarrollo de la torre».