A Mariano Rajoy, expresidente del Gobierno, le parece «muy bien que el rey emérito Juan Carlos I venga a España». Esta ha sido su única referencia a la actualidad, en la visita a Zaragoza, donde ha presentado y ha firmado ejemplares de su último libro, ‘Política para adultos’. Nada ha comentado sobre las grabaciones a exlíderes de su partido que se han hecho públicas en los últimos días. «Yo he venido a presentar mi libro», ha señalado. Y su intervención ha finalizado con la cerrada ovación de un repleto Teatro Principal de Zaragoza en el que se han dado cita decenas de personas, entre ellas la plana mayor del PP Aragón, para escucharle.
El alcalde de Zaragoza y presidente del PP-Aragón, Jorge Azcón, ha sido el encargado de presentar a Rajoy, del que ha destacado «su prudencia, su sentido común, su responsabilidad y su capacidad para tomar decisiones pensando en el interés general». Dirigiendo el país en un momento completo, con el «mayor ataque a la democracia» que fue, en 2017, el intento de golpe de Estado. «Ha sufrido en carne propia lo que es el populismo», ha destacado».
Al iniciar su intervención, Rajoy ha destacado la «brillantez» del alcalde, que reúne las condiciones precisas para «tener una exitosa carrera». Ha agradecido, además, su presencia a altos cargos del PP, entre los que estaban los concejales populares en el Ayuntamiento de Zaragoza, la senadora autonómica Luisa Fernanda Rudi, la secretaria general del PP-Aragón, Ana Alós, el presidente del PP de Zaragoza, Ramón Celma, la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, y diputados como Mar Vaquero, Marian Orós y Javier Campoy, entre otros.
Ha denunciado Rajoy la «infantilización y el populismo» en la política, que consiste en «tratar a la gente como si fuera niños». Con una apuesta por la política para adultos y hecha por adultos, con asunción de responsabilidades. ‘Política para adultos’ llega hasta el público porque le gusta escribir y por ve en España «algunas derivas malas para la convivencia y la gente». Y se siente en la obligación de decir que «por ahí no vamos bien».
Es un libro en el que dice sí a la democracia liberal, no a los populismos y propone fórmulas para mejorar la democracia que pasan, en su opinión, por el consenso. «Las grandes decisiones siempre se han tomado por acuerdos», ha destacado.
