Vinicius da oxígeno a Zidane

Di Stéfano decía que cuando querían acogotar al rival lanzaba un lema: «Balones a Gento». Y el cántabro encerraba al enemigo con sus galopadas. Lo mismo sucede con Vinicius. Sus carreras dejan exhaustos a los adversarios. En Sevilla, el brasileño puso la sexta marcha al Real Madrid.

El brasileño disputó los noventa minutos y monopolizó el esquema de ataque del campeón, que jugó todo el partido por la izquierda

El campeón vigente jugaba habitualmente a un ritmo lento, conocido por sus rivales, y debía cambiar el chip. Zidane lo sabía y tomó las primera medidas que anunció. Vinicius y Rodrygo saltaron a la palestra y el fútbol madridista se transformó. Los dos funcionan a una velocidad superior. Rodrygo lo hizo bien la primera media hora y generó una clara oportunidad nada más empezar. Vinicius fue un peligro constante para los locales durante los novena minutos, en tal medida que su entrenador le exprimió hasta el final, para alegría del chaval, ávido de minutos. Su intervención en el gol, con la ayuda de Bono, supuso tres puntos que dieron un golpe de confianza al técnico y a un equipo tocado por los resultados.

Di Stéfano decía que cuando querían acogotar al rival lanzaba un lema: «Balones a Gento». Y el cántabro encerraba al enemigo con sus galopadas. Lo mismo sucede con Vinicius. Sus carreras son un estilete ofensivo y dejan exhaustos a los adversarios. Fue clave en el gol

«El míster me dio la titularidad y he corrido como si fuera el último partido», reconocía el autor del tanto decisivo, siempre con su sonrisa por bandera. «Hemos jugado mucho por la izquierda y he disfrutado. Teníamos que ganar y coger buenas sensaciones para el partido de Champions». Lo dijo todo con su sinceridad. Y con su sonrisa se marchó.

Y encima defendió bien

El dilema es si Vinicius volverá a ser titular el miércoles, después de disputar este sábado todos los minutos. Tiene veinte años y puede jugar cada día, no es problema. El quid de la cuestión es si su jefe volverá a alinearle en el once inicial. El brasileño dejó claro en el Sánchez Pizjuán que cuando él juega el Real Madrid es otro, porque ataca en vertical y crea bastantes conflictos al enemigo.

El chaval ha marcado tres veces esta temporada y ha dado una asistencia. Necesita una regularidad. Solo ha sido titular en siete de los quince partidos en los que ha participado. En Sevilla, además, se empleó a fondo en materia defensiva, hasta ser amonestado injustamente por una acción en la que despejó el balón y que su club recurrirá probablemente. Zizou lo subrayó: «Vini y todos han trabajado en defensa, ayudándose. Benzema jugó entre líneas para impedir la salida de balón de ellos. Hemos estado juntos y hemos sabido sufrir, que también es muy importante».

La progresión del brasileño es clara, en tal extremo que ayer dejó en el banquillo a Marco Asensio, que luego sustituyó a Rodrygo. El chico necesita sentir que el entrenador confía en él. Zinedine trabaja a su vera para que no pierda esos balones que después provocan demasiado peligro con el contragolpe del adversario. También le sucedió en Sevilla. Es una asignatura pendiente.

En un Real Madrid que no tiene gol, una carencia que es la clave de estas crisis que se repiten como olas del Guadiana, «Vini» volvió a ser el salvador. Zidane destacó las virtudes renovadas de sus hombres: «Solo hice un cambio porque vi bien al equipo. Demostramos carácter. Este es un equipo que quiere retos. Nuestra primera parte fue buena y ya tuvimos oportunidades. Luego jugamos al contragolpe, porque sabíamos que podíamos hacer daño, y llegó el gol de Vini. Me alegro por los chicos, porque estos días no han sido fáciles».