Tiques que llenan carros de la compra

Los kilos de arroz, lentejas, azúcar y los turrones con que los voluntarios de los bancos de alimentos llenaban cajas y carros en supermercados y tiendas, dejaron paso este lunes a bonos de entre uno y 20 euros que el cliente donaba al pasar por caja. La conocida como Gran Recogida se ha adaptado así en estos tiempos de covid que impiden la entrega directa de productos. Un gesto virtual igualmente solidario, pero más frío, y muy necesario en un 2020 en el que las necesidades se han disparado.

«Ahora más que nunca colabora en tu banco de alimentos». Este es el eslogan con el que el Banco de Alimentos de la capital aragonesa llama a ayudar a llenar sus despensas en la que va a ser la campaña más difícil de su historia En Aragón, estas entidades atienden a 35.200 personas. En Zaragoza llegan a 26.000 ciudadanos –3.000 más que el año pasado–, en Huesca a 5.000 ­–la demanda ha crecido un 40%­– ­y en Teruel a 4.200 vecinos –­ que suponen un 50% más de familias–.

La operación comenzó este lunes con la incertidumbre de cómo responderá la gente a esta nueva forma de donar, que también se puede hacer a través de las páginas web de las entidades.

También se inició con la búsqueda de voluntarios en Zaragoza y Huesca (no en Teruel) que el viernes y el sábado se acercarán físicamente a los establecimientos a explicar a los clientes cómo pueden colaborar.  »Necesitamos unos 3.000 voluntarios y andamos por la mitad. Contamos con menos refuerzos porque muchos colaboradores son personas mayores que tienen el lógico respeto al virus», explicó el presidente de la entidad de Zaragoza, José Ignacio Alfaro. Ser mayor de 16 años y estar dispuesto a dedicar algunas horas son los únicos requisitos para poder inscribirse en la web bancodealimentosdezaragoza.e. Solo en Huesca capital se precisan 150 y faltan 45. Los interesados pueden llamar o enviar un mensaje de wasap al 683 17 90 50.

Estos voluntarios redoblarán sus esfuerzos por las tiendas aragonesas, unas 250 solo en Zaragoza provincia. Durante estos días cuentan con la complicidad y el respaldo de los empleados. «Esta mañana ha sido una satisfacción cuando una de las primeras clientes ha dicho que quería donar 80 euros. Lo anunciamos por megafonía y la información con los bonos está visible en el separador de compra del siguiente cliente en la cinta», apuntó José Carlos Gracia, director del Alcampo del barrio de La Jota de Zaragoza. A última hora de la mañana Isabel Egea contabiliza en su caja 50 euros donados, pero estaba convencida de que «el fin de semana va a ser cuando más se anime». «La gente sí se está enterando, porque desde hace varios días ya vienen preguntando», dijo esperanzada.

La duda sobre si llegarán a recaudar una cifra similar a otros años no ha hecho cundir la desesperanza. Y eso que en Zaragoza, por ejemplo, se alcanzaban las 450 toneladas. «Para nosotros la Gran Recogida suponía un mes y medio garantizado de alimentos no perecederos en las estanterías, por lo que dependemos bastante de ella. Ahora mismo tenemos 281.440 kilos en los almacenes que llegan para mes y medio», señaló Alfaro.

El nuevo modelo, reconocen, tiene sus ventajas. La presidenta del banco de Huesca, Julia Lera, comentó que la parte positiva es la posibilidad de usar el dinero «en comprar lo que necesitamos y en las cantidades que necesitamos». En cada tienda tendrán un saldo a su favor. Su homóloga de Teruel, Esther Martínez, valoró también que la iniciativa se prolonga toda una semana. Y aunque la «esencia» de esta Gran Recogida son esas inmensas cajas a rebosar de productos donados que luego toca clasificar, no vería mal que el año que viene se combinaran ambas fórmulas.

POR PROVINCIAS

Zaragoza. El Banco de Alimentos de la capital aragonesa atiende a unas 26.000 personas (3.000 más que el año pasado) a través de 198 entidades. Este 2020, hasta finales de octubre, ha repartido ya 3.247.000 kilos de alimentos. Para el viernes y el sábado necesita 3.000 voluntarios que explicarán la campaña en sumermercados y tiendas.

Huesca. En tierras oscenses, la organización ayuda a más de 5.000 personas y la demanda ha crecido un 40% debido a la crisis sanitaria.

Teruel. En la provincia turolensa, esta entidad está llegando a unas 600 familias (4.200 personas), un 50% más que el año pasado por medio de 21 entidades sociales. Para su actividad habitual cuenta con 17 voluntarios.