La clínica privada de Miraflores ultima sus obras y abrirá en enero

La nueva clínica privada Miraflores, que ocupará dos edificios entre la calle Camino de las Torres, paseo de Rosales y el parque, afronta la última fase de sus obras y la previsión es que pueda abrir sus puertas en enero del próximo año o, incluso, a finales del próximo mes de diciembre. Así lo confirmó a este diario Rafael Hernández, uno de los consejeros delegados de este proyecto que está impulsado por un grupo de médicos vinculados a la clínica Hernán Cortes.

Se esperaba que el centro pudiera estrenarse después del verano, pero «se ha acumulado un retraso de tres meses» debido principalmente a cuestiones relacionadas con permisos y esto ha obligado a retrasar la inauguración. «La constructora se ha comprometido a terminar a finales de año o principios del siguiente. Cuando tengamos el visto bueno funcionaremos un mes sin pacientes, para probar todo, y ya luego empezaremos a recibir usuarios», detalló Hernández.

La construcción de esta clínica privada, tras conseguir el apoyo de inversoresl y empresarios, tendrá un coste de entre 14 y 15 millones de euros, sin tener en cuenta el precio del suelo. El espacio que ocupará es de 6.000 metros cuadrados de manera inicial, aunque el consejero delegado apuntó que quieren incluir 2.000 más en el futuro.

«Tras más de 30 años de experiencia, estamos ilusionados y contentos, pero también agotados porque han sido tres años de mucho esfuerzo. Ahora ya tenemos ganas de empezar y de no desilusionar a la gente», añadió Hernández.

De momento ya se han empezado los contactos para contratar al personal y, en el caso de enfermería, ya tienen cerrados los perfiles. «En total habrá 120 trabajadores y hemos empezado por enfermería porque siempre hay más problemas. También tenemos ya la farmacéutica y al jefe de las consultas de urgencias y de la uci», detalló.

NUMEROSOS SERVICIOS

El nuevo espacio sanitario ofrecerá numerosos servicios que irán desde la hospitalización en 50 habitaciones individuales, las urgencias o los quirófanos hasta un gran paritorio, consultas médicas para 40 especialidades o una sala de radiología intervencionista «con la última tecnología».

«Siempre que se abre un hospital es una buena noticia, en este caso para Aragón, porque supone una mejor atención al público y, además, nuestro afán no es competir con el sector público, sino complementarlo», dijo.

La puesta en funcionamiento de la clínica Miraflores, que se extenderá en dos edificios de cuatro plantas, no perjudicará a la de Hernán Cortés, que seguirá abierta y atendiendo a pacientes. «La medicina general, los reconocimientos médicos para los permisos de circulación o algunas especialidades continuarán en su emplazamiento original, mientras que en Miraflores estarán muchas de las especialidades», señaló Hernández.

El centro de Hernán Cortés inició su trayectoria en 1982 como un gabinete de consultas médicas y amplió sus instalaciones en el 2005 añadiendo dos quirófanos y una resonancia. El incremento de la asistencia sanitaria supondrá también que se dupliquen algunas de las especialidades en este servicio privado. Es decir, el mismo tipo de consulta estará tanto en la clínica cercana a la Puerta del Carmen como en Miraflores y, en este sentido, algunos ejemplos son Traumatología, Oftalmología, Urología o Cardiología.

Cada día acuden a la clínica de Hernán Cortes unas 1.700 personas que, en el momento en que abra Miraflores, también podrán acudir allí. «Podrán ir, indistintamente, a cualquiera, aunque también vamos a poner en marcha un servicio de atención telefónica para dar cita donde no haya espera o sea el más adecuado» , explicó Hernández.