Sánchez paga la extra de los jubilados con deuda para no liquidar el fondo de reserva

Al Gobierno se le ha acabado el margen de maniobra que le proporcionaba el Fondo de Reserva de la Seguridad Social y tendrá que recurrir al dinero prestado para poder afrontar el pago de las pensiones de este año. De momento, ayer descartó oficialmente recurrir a las exiguas arcas de la «hucha» –en la que le quedan poco más de 5.000 millones euros– para abonar la paga extra de verano a los pensionistas. Así lo confirmó el director general de la Tesorería General de la Seguridad Social, Javier Aibar, que adelantó que este pago se hará con una parte del préstamo que aprobó el Consejo de Ministros.

Este crédito, concedido a propuesta de Magdalena Valerio, ministra de Trabajo en funciones, tiene un importe de 13.830 millones de euros y un objetivo claro: proporcionar liquidez para cubrir el pago de los jubilados y las coberturas de la Seguridad Social.

Y ya ha llegado el momento de usarlo ante la falta de liquidez del fondo de reserva. En concreto, la Seguridad Social utilizará 7.500 millones de euros para abonar las dos nóminas de julio, la ordinaria y la extraordinaria, de los más de 9,7 millones de pensionistas. Los 6.330 millones restantes se utilizarán para abonar las dos pagas de Navidad. Con esta medida, el Gobierno de Pedro Sánchez sólo parcheará un problema que sigue sin atajar: el déficit de la Seguridad Social, que superará los 18.000 millones al cierre de este año, según las propias previsiones hechas por el Gobierno. Este desfase ha obligado al Estado a pedir el crédito para solventar el saldo negativo. Y todo a pesar de la previsión del Ejecutivo de que los ingresos por cotizaciones se disparen a lo largo del ejercicio un 7,5%. Ni siquiera este alivio taparía el agujero.

Pese a la promesa de Aibar de mantener intacto lo que queda en las arcas de reserva, no se descarta que el Gobierno saque los 3.693 millones que ya contabilizó en el Informe Económico y Financiero que acompañaba a los Presupuestos Generales rechazados en el Congreso. Esta disposición dejaría la «hucha» en algo menos de 1.500 millones de euros al cierre del año. Pero todo parece indicar que Valerio ha decidido no agotarlo para evitar el descrédito social que supondría ser la responsable última de su defunción. Sin embargo, la deuda neta del sistema seguirá aumentando como consecuencia de un déficit descontrolado, que se incrementará al mismo ritmo que crezca el número de nuevos pensionistas. Quedan en el recuerdo los casi 67.000 millones que llegaron a acumularse en el fondo en el año 2011. Desde entonces, se han evaporado más de 60.000 millones, a una media más de 10.000 millones al año.