Alemania supera su estancamiento y crece un 0,4% hasta marzo

La economía alemana venía de una contracción del 0,2% en el tercer trimestre de 2018 y de anotar un 0% en el cuarto. Solo por eso los mercados respiraron ayer con alivio cuando la progresión del PIB en el primer trimestre de 2019 quedó fijada en el 0,4%. La primera economía europea se ha visto impulsada por la demanda interna, sobre todo el consumo privado y las inversiones en la construcción y los equipos, mientras que el gasto público cayó, según los datos publicados por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

A pesar de que ocupa la cartera de Finanzas el socialdemócrata Olaf Scholz, la disciplina de la gran coalición sigue a pies juntillas la doctrina fiscal del Bundesbank y los presupuestos del Estado continúan con los pies clavados al déficit cero. La demanda externa, motor tradicional de la industria alemana repuntó, con un aumento tanto de las importaciones como de las exportaciones, y es de ahí de donde proceden las décimas de la esperanza.

«Dados la morosidad de la coyuntura industrial y los riesgos geopolíticos, la prudencia debería seguir dominando en las decisiones», comentó Jens-Oliver Niklasch, economista del banco regional LBBW, «este arranque hace nacer la esperanza de que 2019 sea menos malo que lo que hacían temer los últimos pronósticos de los institutos económicos y las organizaciones internacionales».

Los pronósticos, sin embargo, siguen siendo sombríos. A principios de abril, el Fondo Monetario Internacional rebajó claramente su previsión de crecimiento para Alemania, cuyo PIB debería crecer solo un 0,8% este año según la institución, después de haberlo hecho un 2,2% en 2017 y un 1,4% en 2018. Más pesimista todavía, el gobierno alemán anticipa desde mediados de abril un crecimiento del 0,5% en 2019, postergando la esperada aceleración del 1,5% para 2020.

Con Francia también al ralentí, creciendo solamente un 0,3%, y la locomotora alemana obturada hasta el próximo año, las previsiones de crecimiento europeo siguen siendo muy modestas. Este primer trimestre el dato de PIB de la Eurozona crece un 0,4%, pero principalmente por la remontada de Reino Unido. Mientras, España mantiene un crecimiento robusto, que alcanzó el 0,7% en el primer trimeste.

El foco en los próximos meses estará situado en las exportaciones, aunque los inversores alemanes no esperan gran cosa. Su confianza en el progreso del PIB ha caído en el mes de mayo, ante la nueva escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y sus posibles consecuencias, según el indicador elaborado por el instituto de investigaciones económicas ZEW, cuya lectura se ha situado en los -2,1 puntos, frente a los 3,1 puntos registrados en abril.